Cartas de amor
El Ayuntamiento de Torrelavega ha convocado una nueva edición del premio Cartas de Amor. Llama la atención el tema de la convocatoria. Si ya nadie ... escribe cartas, piensa uno. Cuántos hemos ido dejando el género epistolar y lo hemos sustituido poco a poco por los mensajes de whatsapp y los correos electrónicos.
El primer aviso coincidió con la generalización de los teléfonos, los fijos, claro. Se dejaron de escribir aquellas cartas en las que se contaba el pulso de la vida familiar al marido o a los hijos que trabajaban fuera; a los padres para tranquilizarles de cómo se iban abriendo camino los hijos en otras ciudades, en otros territorios y las que apasionadamente se escribían los novios. El teléfono aportaba inmediatez, no había que esperar mucho tiempo para recibir la respuesta. Una felicitación de cumpleaños, una noticia llegaba al momento. Además, oír la voz de la persona querida transmitía una impresión de cercanía y calidez, una emoción más intensa. Pero ahora la herida de muerte la ha producido el correo electrónico. La rapidez de este medio de comunicación, la posibilidad de adjuntar archivos con imágenes y sonidos, con textos breves o no, combinando incluso los besos o los saludos con una imagen y una chispa de humor en la despedida para quitar solemnidad, lo convierte en el vehículo preferido. He tenido el placer de formar parte del jurado del certamen en otras ediciones.
He advertido que la perspectiva desde la que se aborda el amor es plural, como lo son las experiencias personales, como es la vida. Cartas por despecho de la persona abandonada por su pareja; declaración de amores secretos, llevados íntimamente, por lo general hacia compañeros de trabajo y a quienes por timidez no se han atrevido a confesarlo; de arrepentimiento, pasado el tiempo; desde el ámbito de enfermedades terminales; de celebración de una trayectoria vital compartida: bodas de oro o de plata; desde situaciones límites, como los campos de concentración o escenarios bélicos. Cabe una pregunta recurrente: ¿qué inspira más, el amor o el desamor? Probablemente se escribe mejor desde el desamor. También, evidentemente, se sufre más.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión