Campañas solidarias
Uno de los mayores placeres para mí es tomar un café a primera hora del día leyendo el periódico. Si además no estoy urgido ... por la prisa, esa ceremonia me parece infinita. Con mucha frecuencia, desayunamos con noticias llenas de pesimismo que nos hacen perder la esperanza en los seres humanos. Crueles actos de violencia de género, pedófilos sin moral alguna, agresiones xenófobas, tramas de corrupción vinculadas al tráfico de drogas y a los partidos políticos, estafas, robos en los domicilios. En fin, hechos que evidencian casi a diario los perfiles más ruines de la especie humana.
Pero vivimos en una sociedad de contrastes. Al mismo tiempo, surgen las convocatorias de actividades solidarias con la intención de recaudar alimentos y dinero para los más necesitados. Oenegés, asociaciones de vecinos y diversas instituciones no siempre oficiales, proyectan conciertos, desfiles de moda, mercadillos de objetos de segunda mano, competiciones deportivas, muchas de ellas populares, en las que se participa como espectador o como competidor y en las que una parte de la entrada o de la inscripción se destina a los más desfavorecidos. En Torrelavega, en las vísperas y también en plena celebración de las fiestas navideñas, lo hemos comprobado una vez más. Las campañas de recogida de alimentos y juguetes suelen tener una respuesta mayoritaria. Sucede algo parecido a lo largo de año cuando se trata de recoger ropa. Es decir, enseguida asoma el lado humano, solidario.
En ocasiones se ha dicho que con estas campañas se quiere blanquear la mala conciencia recordando la ácida e inolvidable película de Buñuel 'Plácido'. Yo no me atrevería a afirmar tanto. Creo que hay una intención clara de ayudar a quienes engordan las estadísticas formando parte del capítulo de los que viven en la extrema pobreza. Pero sí es cierto que a veces hay que tener mucho cuidado con la instrumentalización que se hace de estos proyectos solidarios, porque de lo que en verdad se trata es de convocar a los asistentes para mayor gloria de los organizadores. Algo parecido a los actos de homenaje que se hacen a famosos (deportistas, actores, etc.) por asociaciones populares u oficiales para que acuda más público al evento que promueven y de ese modo tenga más proyección y seguimiento.
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