Una cordada de garantías

Pero esta crisis también nos está trayendo otro importante impacto: el económico. El papel que hemos asumido para ayudar a superar la situación, tanto CaixaBank como las entidades financieras en general, es fundamental y necesario para la gestión de esta ascensión. Una ascensión que, en el caso de CaixaBank, se sustenta en Cantabria en una cordada compuesta por 114.000 clientes que confían en 185 empleados de la entidad, que se están exprimiendo para acompañar, ayudar y ofrecer soluciones, tal y como realizan los 'sherpas' en el Himalaya. Y estas soluciones han llegado desde nuestra red de 43 oficinas cántabras presentes en 24 municipios, todas ellas operativas y al servicio de nuestros clientes, sumándose así a las gestiones realizadas por CaixaBank en todo el país. Llevamos cursadas más de 220.000 solicitudes de moratorias hipotecarias, 128.700 solicitudes de líneas ICO con un importe de 11.400 millones y se han concedido 14.000 millones al tejido empresarial. Y también adelantando la prestación de desempleo o pensión a más de 17.000 cántabros, entre otras medidas. No me quiero olvidar de las numerosas iniciativas solidarias para apoyar en esta situación a los colectivos más desfavorecidos de Cantabria como el Banco de Alimentos Infantiles de Santander, el Hospital San Juan de Dios, Ampros o Acorde, entre otros.

En los próximos meses nos vamos a enfrentar a situaciones complejas con un descenso del PIB en España probablemente superior al 7% o una tasa del paro que estará por encima del 20%. Datos que previsiblemente a finales de 2021, si las medidas económicas son efectivas y no se produce un rebrote del virus, mejorarán y podrían situarse en niveles similares a los registrados en el último trimestre del año pasado según señala CaixaBank Research. Lo que tengo claro es que, más allá de la nueva normalidad a la que nos enfrentamos, CaixaBank estará junto a su cordada cántabra, acompañando y ayudando en esta ascensión.