Presupuesto y fiscalidad
¿Por qué lo que es bueno para los ciudadanos no es aceptable para los políticos?
Tenemos malas noticias para los ciudadanos y las empresas de Cantabria. Si todo sigue como parece, no habrá nuevos presupuestos y deberemos conformarnos con la ... prórroga de los actuales; un parche al que nos estamos acostumbrando como país… como si fuese normal lo que debe ser una excepción. ¿También aquí debemos resignarnos a esta situación? Sinceramente, creo que no por muchas razones. De todas ellas hay una muy relevante que es básica para nuestro futuro como región: la competitividad fiscal.
El Gobierno regional ha puesto en marcha desde 2024 iniciativas que apuntan en la dirección adecuada para que nuestra comunidad sea más competitiva y tenga mayor atractivo: la competitividad fiscal y la simplificación administrativa, por poner dos ejemplos bien conocidos, son reivindicaciones largamente defendidas por nuestra confederación que el actual Gobierno ha hecho suyas. Y aunque el ritmo y los tiempos no son los que creemos que necesitamos para ser eficaces, el camino marcado va en la buena dirección.
Rechazar los presupuestos significa renunciar deliberadamente a mejorar la competitividad de nuestras empresas y, al mismo tiempo, renunciar conscientemente a la atracción de nuevas inversiones y con ello la creación de empleo y el real cambio de modelo productivo para la región. Los empresarios, que somos quienes estamos en la realidad de las cosas, no podemos aceptar este hecho y demandamos dar continuidad y mantener las políticas que funcionen y que estén dando resultado.
En octubre, la Fundación para el Avance de la Libertad publicó el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) 2025 que da algunas pistas sobre cómo está evolucionando la competitividad fiscal por comunidades autónomas en los últimos dos años. De hecho, señala que nuestra situación ha mejorado notablemente. Podríamos decir que las decisiones políticas a favor de la reducción impositiva comienzan a dar resultados. Cantabria ha mejorado dos posiciones respecto a 2024 y estamos en 10º lugar.
El mejor dato de este análisis fiscal comparativo lo vemos en tres impuestos con competencia regional: renta, patrimonio y sucesiones. Los datos son positivos. En renta, puesto 10; en patrimonio, puesto 2; en sucesiones, puesto 1.
El estudio indica que estamos bien, pero también que tenemos margen de mejora, como señaló el Informe sobre Competitividad Fiscal en Cantabria que encargamos al Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presentamos en octubre del año pasado. Repito, estamos en décimo lugar, hay margen de mejora.
Lo que recomienda el estudio del IEE es una senda de reducciones fiscales regionales y especialmente municipales, en la línea de lo que ya están haciendo otras comunidades, por ejemplo, La Rioja, de forma que se pueda incrementar la atracción de inversión, aumentar la actividad empresarial y económica y, de esta manera, incrementar la recaudación y mejorar los recursos disponibles para elevar el nivel de servicios y la calidad de vida de los ciudadanos.
El tema de la fiscalidad preocupa a ciudadanos y empresarios. Insistimos mucho desde CEOE-Cepyme porque provoca que empresas y ciudadanos emigren a otras comunidades.
Esta senda de competitividad fiscal iba a tener una continuidad (no lo satisfactoria que hubiéramos deseado en nuestra organización) en la propuesta de presupuesto regional para 2026 que el Gobierno presentó a los agentes sociales –dentro del marco del diálogo social– y al que pudimos presentar nuestras aportaciones. Lo dijimos entonces y lo repito hoy: el proyecto era un buen presupuesto para Cantabria que beneficiaba a todos los ciudadanos de la comunidad con incrementos en servicios sociales, sanidad, educación; a los ayuntamientos y a las empresas.
La pregunta que nos hacemos muchos es por qué un proyecto de cuentas públicas que es aceptable para los agentes sociales y una buena parte de la sociedad civil, no lo es para los partidos políticos. ¿Por qué no ha habido la posibilidad de flexibilizar las posturas de unos y otros –es decir, negociar– para lograr que exista un presupuesto en tiempo y forma para nuestra comunidad?
Honestamente creo que nuestros políticos están fuera de la realidad y que viven en un mundo alejado, diferente y distante –con otros principios, otras prioridades y otros valores–, al de las personas que nos esforzamos cada día por subir la persiana y sacar adelante a nuestras familias, nuestro trabajo, pagar nuestros impuestos y cumplir con nuestras obligaciones. ¿Cuáles son las suyas?
La tarea parlamentaria y la acción de gobierno no puede ser una estéril pelea de egos ni un intercambio de insultos, ni un rosario de acusaciones y reproches. Gobernar no puede limitarse a ocupar sillones, repartir subvenciones y colocar a los propios en detrimento de los verdaderos profesionales.
Tender puentes, desarrollar iniciativas, ayudar, arrimar el hombro, colaborar… es la forma como desde CEOE- Cepyme entendemos nuestra misión dentro de la sociedad civil de C»antabria. Con lealtad, pero también con exigencia. Mejorar la fiscalidad de la región es un proyecto que a todos nos importa porque beneficia a todos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión