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Los intereses contrarios complican los presupuestos

En el PRC colisionan la estrategia electoral del aparato y la preferencia de muchos alcaldes, mientras que la desconfianza permanente entre PP y VOX reduce las opciones de un acuerdo alternativo

Domingo, 19 de octubre 2025, 07:32

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Los tiempos cambian. Hace dos años por estas fechas otoñales, la presidenta Sáenz de Buruaga, cinco meses después de ganar las elecciones autonómicas, comparecía en el Foro Económico de El Diario para explicar a la crema de la sociedad cántabra las claves principales del primer Presupuesto del Gobierno del PP y al tiempo avanzar que iban por buen camino las conversaciones con el PRC para obtener su apoyo a las cuentas de 2024 en un acuerdo que, en efecto, se produjo 60 días antes de que la ley presupuestaria fuera aprobada en el Parlamento y entrase en vigor. El asunto era importante porque la investidura de Buruaga, primero, y posteriormente las cuentas, aprobadas en ambos casos con el apoyo regionalista, chirriaban en un sector no pequeño del electorado popular que hubiese preferido como socio al partido de la derecha radical, Vox, antes que al principal adversario de los últimos 20 años, el PRC de Miguel Ángel Revilla, presente en la conferencia de Buruaga con toda la plana mayor de su formación. Con el tiempo se pudo comprobar que los regionalistas eran más fiables como aliados gubernamentales que el partido de Abascal, tan imprevisible en toda España y tan fracturado en el Parlamento cántabro.

El PRC ha endurecido su discurso opositor después del primer año de legislatura, pero eso no fue un obstáculo para repetir su respaldo al Ejecutivo Buruaga en el segundo presupuesto, con un acuerdo algo más tardío, pero igual de rápido, logrado a finales de noviembre de 2024.

Buruaga volvió esta semana al Foro de El Diario para ponderar la labor de su Gobierno durante estos dos años largos de legislatura y pintar un futuro optimista, pero eludió hablar de los Presupuestos 2026 hasta que en el turno de preguntas respondió lo que ya se sabe: el PRC, con Paula Fernández allí presente, es el aliado preferido como en los dos años anteriores, Vox tiene pocas opciones y el PSOE ninguna.

Ahora se trata de las cuentas del año preelectoral. La distancia crítica del regionalismo hacia el Gobierno ha ido a más. Formalmente, el PRC reprocha al PP el incumplimiento del pacto presupuestario, la pésima gestión gubernamental y que la generosidad regionalista hacia el Gobierno no se ve correspondida en los municipios. En este planteamiento de la candidata autonómica Paula Fernández y su aparato, con algunos alcaldes modestos e insatisfechos con el PP que defienden la ruptura, opera la clave electoral: ¿Cómo van a ser creíbles ante las urnas nuestra oposición y nuestras críticas al Gobierno del PP si les aprobamos los Presupuestos un año tras otro? La pregunta retórica tiene fundamento, desde luego.

Pero al tiempo hay otros alcaldes importantes que se sienten razonablemente bien tratados por el PP, el de Torrelavega, Javier López Estrada, sin ir más lejos, que prefieren mantener el entendimiento y no quedar a la intemperie. No quieren que el Ejecutivo popular con el que su partido ha roto les diga: lo siento, esos proyectos que teníamos comprometidos contigo van a tener que esperar porque no hay dinero, hay otras prioridades.

En fin, son dos sensibilidades en el regionalismo, cada cual con sus motivaciones. Paula Fernández era partidaria de tarifar con el PP sin más preámbulo, pero ha tenido que resignarse, al menos, a hablar con los populares, lo que pone en entredicho su autoridad. Cabe suponer que Revilla, secretario general en ejercicio y que habla de seguir en el cargo hasta 2030, que ha sido el negociador de los dos últimos presupuestos con Buruaga, puede ayudar a que el PRC tome las decisiones que más le convienen. Revilla siempre dice que Cantabria debe tener sus Presupuestos hábiles cada 1 de enero, esté quien esté en el poder. También tiene dicho que el PRC es un partido de Gobierno. Pues en su precariedad actual y tal como están pinados los bolos, la tradicional coalición con el PSOE parece mucho más lejana que una alianza con el PP tras los comicios.

Vox representa una opción para el PP, si no fuera por la desconfianza que reina entre los dos partidos. Los populares ven a Vox en la oposición, en Cantabria y en toda España, muchas veces en connivencia con el PSOE. Leticia Díaz, que también fue a oír a Buruaga con su gente, cree que el PP no les quiere ni como segundo plato en la negociación presupuestaria. PP y Vox llegaron a acuerdos para derogar la Memoria Histórica y luego para aprobar la Ley de Simplificación Administrativa cuando el PRC se durmió en los laureles. En los Presupuestos tampoco sería imposible. Vox pide lo que en todas las regiones: menos ayudas a sindicatos y patronales y menos 'chiringuitos' que fomenten la inmigración.

El PSOE no mandó ni al conserje a la conferencia de Buruaga. Total, para oír sólo críticas a Sánchez, a Casares y a Molleda… La portavoz socialista, Ainoa Quiñones, insta al PRC a que se aleje del Ejecutivo Buruaga para que sea el primero que no saque adelante las cuentas en los últimos 20 años. El consejo podría valer si no fuera porque, como replica el PP, gobernar sin presupuestos es justo la especialidad de Pedro Sánchez.

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