Medio lleno, medio vacío
CONTRA LAS CUERDAS ·
Estoy hecho un lío. No sé si ver el vaso medio lleno y creerme que «en dos semanas estará controlado el crecimiento de contagios» ... o medio vacío y deprimirme con el «que nadie se confunda, que las cosas no van bien». A eso lo llamo yo coordinación en los mensajes (modo ironía). Tengo tal lío que el desenredo se antoja complicado. Porque no sé si ver el vaso medio lleno y alegrarme por el «agosto histórico» que estamos teniendo, con Cantabria como destino turístico privilegiado, o el vaso medio vacío al ver cómo desde que se abrieron las fronteras se han disparado los brotes, los contagios y los hospitalizados; han regresado los positivos a las residencias y, lo peor de todo, hemos tenido que volver a hablar de muertos. Inciso. Aunque no se lo crean, la cifra de fallecidos que ofrece Cantabria y el Ministerio sigue sin cuadrar. Sin comentarios.
A esta hora, cuando el mes de agosto empieza su agonía, hago esfuerzos para ver el vaso medio lleno con esa lluvia de millones que anuncian desde Europa para arreglar lo que ha fastidiado el virus, pero ahí está el vaso medio vacío por si todo eso de lo que se habla (el Centro Logístico de La Pasiega, el tratamiento de protones, la financiación del Mupac...) se queda sólo en una batería de proyectos que acumularán polvo en el cajón de las instituciones. No quiero volver a ver esas caritas que ya hemos contemplado en tantas otras ocasiones.
Quiero ver el vaso medio lleno y creerme que «todo está absolutamente organizado» para acudir a clase el 7 de septiembre y, sin embargo, el vaso medio vacío me describe una situación de «incertidumbre» que se acrecienta a medida que llega ese día.
No sé, algo me está pasando. Con tanto vaso me está entrando sed, así que no sé si verle ya medio lleno y tomarme un copazo en cualquier pub que siga abierto -si es que sobrevive alguno- o medio vacío y quedarme confinado en casita. Ya tenemos experiencia. Menudo lío.
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