Memoria de la ciudad

Cortada la cinta de inauguración del año en que conmemoramos el centenario y cuarto del título de ciudad, ya se han programado algunas de las ... muchas actividades que se desarrollarán a lo largo del mismo. Se encadenarán los recuerdos a partir de imágenes y testimonios procedentes de archivos, bibliotecas y hemerotecas. Otros, aportados por los vecinos de más edad, testigos de episodios desconocidos por los más jóvenes. En algunas historias será difícil saber cuánto de real y cuánto de leyenda tiene un hecho concreto. Siempre sucede cuando se relata algo del pasado. En cualquier caso, va a ser una buena oportunidad de enriquecer el conocimiento que se tenga de nuestra ciudad por las diferentes aportaciones que se hagan a través de conferencias y artículos. Probablemente algunas de ellas se recojan en formato de libro. Pensando en ello, relacionando la memoria histórica de los mayores y las posibilidades que ofrece la era digital en la que estamos instalados, se me ocurría que este año podría ser un buen pretexto para recoger el testimonio oral de las personas de más edad que aún están con nosotros y con una memoria excelente para grabar conversaciones con ellos y que quedasen para una futura videoteca de Torrelavega. Además del soporte del papel, son memoria también las grabaciones de la radio (¿se conservarán las de Radio Juventud de Torrelavega y las de Radiocadena Española y Radio 5?) y ahora, las de vídeo. Siempre que hablo con Miguel García pienso en ello. Miguel, como Chemari Sainz, como algunos vecinos más de la ciudad, tiene un caudal inagotable de información de Torrelavega. Lo que nos cuenta lo ha vivido, lo recuerda y, algo muy importante, lo sabe transmitir. Tres condiciones fundamentales para que lo narrado llegue al oyente. Sería una pena olvidar tanta memoria de la ciudad perdida en conversaciones tomando un café o un vino y no registradas.