La lírica también sabe jugar al fútbol y tiene momentos especiales, como el minuto 13, surgido de las voces de la Gradona de los Malditos, ... en su día inspirados en los versos de Don Juan Tenorio. En esta ocasión, los versos, siempre altivos y orgullosos, como los protagonistas pendencieros y rompecorazones de la inmortal obra de Zorrilla, se encendieron en el videomarcador del estadio en el minuto 13, evocador número del nacimiento del Racing: «Somos un equipo/ histórico y de honor/ llevamos tus colores/ dentro del corazón./ Los años van pasando/ y seguimos aquí/ (¿Por qué?) /Porque somos verdiblancos/ porque somos del Racing». Y de repente, el karaoke del 110 cumpleaños se interrumpió. Sergio Herrero escribió en su crónica que «Rubén Alves salió de la tarta para ponerle un fantástico balón al espacio a Baturina. Buen desmarque y mejor asistencia. Gol de Mboula, el hombre que se ríe de las sensaciones».
Como dice mi amigo José Manuel, la letra para el minuto 13 era fantástica, pero el equipo se encargó de completarla con la palabra mágica del fútbol: ¡Gol! Y la Gradona de Don Juan Tenorio interrumpió el ritual de la canción y se volvió loca, como el tipo de ojos desorbitados con camisa de fuerza del espectacular dibujo de 'Comando Tifo' que se desplegó antes del partido. «Locos por ti», decía, salpicado de múltiples visiones de Racing, Racing, Racing. Ya pasaron a la historia aquellos minutos 13 de ira, desahogo y reclamación de justicia dedicados a los chorizos de El Sardinero, alguno de ellos en prisión para vergüenza del racinguismo, que también es pionero en estos trances. Desde hoy los minutos 13 sonarán a celebración, porque como escribió el poeta argentino, Héctor Negro, «El gol vendrá estallando desde truenos dispersos/ y su eco prodigioso ya no se apagará/ Regueros rumorosos volcarán los regresos/ y más allá del lunes la pasión arderá». ¡Vamos Racing!
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