Los Sírex, un grupo musical de los años sesenta, cantaba aquello de «Que se mueran los feos, que no quede ninguno, ninguno, ninguno, ninguno de ... feo». Yo pensé que la letra con tan malos pensamientos era por culpa de la falta de belleza, pero resulta que era por envidia, porque los feos, según la canción, tenían con las chicas mucha vista, y «un arte especial para las conquistas».
Los feos a los que odiaban los Sírex eran hombres, no pueblos que el programa televisivo 'Cuatro al día' ha querido descubrir y destacar entre las comunidades autónomas de España por su fealdad. Si están localizados los pueblos más bonitos ¿por qué no los más feos?, pensarían. Y plantearon la malvada ocurrencia a la Inteligencia Artificial (IA) de ChatGTP para que los posibles improperios que pudieran dedicarse a tan osada designación los encajara una máquina pensante.
En Cantabria, el título de pueblo más feo ha recaído en Torrelavega, donde no me caben dudas de que el cabreo generado por esta cuestión no es tanto por lo de feo como por lo de pueblo, ya que desde 1895 es tan ciudad como por ejemplo Santander, aunque alguna jocosa pancarta afirme lo contrario en época de fiestas y de rivalidad futbolística.
Atacar la sensibilidad de miles de personas que tienen su corazoncito arraigado a su terruño, por muy feo que sea, no es una buena idea para hacer amigos. Ahí están los aragoneses de Teruel o los castellanos de Palencia que, como los torrelaveguenses, estarán de uñas al considerarlos el 'pueblo' más feo de su respectiva comunidad autónoma cuando son capitales de provincia.
La amenaza de la Inteligencia Artificial de la que tanto se habla parece que será más peligrosa por tonta que por lista, y merecedora de un buen estribillo de Los Sírex para desenchufarla y desear que no quede ninguna, ninguna, ninguna de fea.
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