La alta producción industrial apoyada en una tecnología cada vez más sofisticada, especialmente las aplicaciones que todo lo digital ha permitido, han ido arrinconando las ... creaciones artesanales. En Madrid hay zonas (Malasaña) en las que pueden verse aún pequeños talleres en los que se trabaja sobre diversos materiales: textil, piel, vidrio, cerámica, papel... Son espacios pequeños que recuerdan los oficios tradicionales en los que aparecen expuestos tentadoramente sus productos apreciándose la utilización de técnicas antiguas pero con diseños nuevos, contemporáneos.
Tapiceros, ebanistas, guarnicioneros, marroquineros, luthiers, litógrafos, sombrereros, bordadores, ceramistas nos trasladan a otra época y nos muestran sus piezas con esos acabados que remiten a lo manual, a lo realizado artesanalmente con dedicación y mimo. En las ciudades han ido desapareciendo. No pueden competir con la producción en serie. De vez en cuando nos sorprendemos con algún superviviente. Es el caso en Torrelavega de Tomás Saiz Castillo. De joven formó parte de un dúo de country cantando con Carlos G. Arozamena bajo el nombre de Blue Jeans por varios escenarios de Cantabria y comunidades vecinas. Soñaron con hacer una gira por Estados Unidos que no se materializó. Pero encontró en el viejo oficio del trabajo en vidrio una vocación y una manera de ganarse la vida con algo también artístico. En la calle Raimundo Cicero Arteche tiene su taller donde trabaja con vidrio emplomado. Comenzó de un modo autodidacta 1977 y profundizó sus conocimientos siete años más tarde en Barcelona con la técnica de fusión del vidrio y pintura al fuego en Alemania.
Las vidrieras son su especialidad. Hay obras suyas en el Delegación de Hacienda de Santander, en el aeropuerto de Palma de Mallorca, Monasterio Santo Toribio de Liébana, Palacio de la Magdalena, iglesias de la Asunción de nuestra ciudad y de Castro Urdiales más la de de San Roque del Sardinero. En Torrelavega conocidas cafeterías cuentan con decoraciones suyas. Además de las vidrieras tradicionales a las que traslada ocasionalmente obras de pintores conocidos (Leger, Klimt), elabora diversos objetos con similar destreza: Una guitarra, un violón o una lápida. Imaginación creadora y dominio de una técnica tan antigua a partir del vidrio, el plomo y el estaño, más la luz y sus manos. Esos son los elementos en juego del viejo oficio.
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