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SARA TORRE
SUANCES.
Viernes, 13 de julio 2018, 07:55
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La presión de los pescadores de Suances, que amenazaron con no salir en la procesión del Carmen como medida de presión ante su disconformidad porque los jubilados de la mar utilizaran las bodegas para guardar sus enseres, ha dado sus frutos.
Los jubilados abandonarán los almacenes, tras la garantía del alcalde, Andrés Ruiz Moya, que se reunió ayer con ellos, de que el Ayuntamiento les ofrecerá otro lugar donde guardar sus utensilios. De los cuatro almacenes que se están utilizando por ellos, hoy se abandonarán dos, como señal del compromiso y los objetos se guardarán en los otros dos para próximamente sacar todo.
«Yo me he comprometido con ellos a buscarles un sitio para que puedan meter sus redes», explicaba Ruiz Moya, satisfecho tras hablar también con el presidente de la cofradía de pescadores, José Antonio González: «Me ha garantizado que la procesión se va a llevar a efecto en todos sus términos; como siempre se ha hecho».
Andrés Ruiz Moya | Alcalde de Suances
Efectivamente, González, que por la mañana se mostraba incrédulo con que a estas alturas se pudiera encontrar una solución, tras haberse tomado la decisión firme por parte del gremio, después de hablar con el alcalde, consideraba que «de esta manera no habrá ningún problema».
Los jubilados por su parte han explicado que han aceptado, «confiando en la voluntad del alcalde» y en aras a que se lleve a cabo la procesión como espera el pueblo.
Por tanto, la procesión se celebrará con normalidad en el día grande del Carmen, el lunes, cuando se homenajea a la gente de la mar. La misa tendrá lugar a las cinco de la tarde y a continuación, comenzará la procesión terrestre. A la llegada al puerto, acompañando a la Virgen los remeros, los integrantes del grupo de danzas Nuestra Señora del Carmen y de las Lindes y, por supuesto, las numerosas personas que arropan a la Virgen en este día tan especial.
José Antonio González | Pte. de la Cofradía de Pescadores
Una vez que la comitiva llegue al puerto, la Virgen embarcará y comenzará la procesión marítima que discurre, en primer lugar, por la Ría San Martín para posteriormente, y si el estado del mar y la climatología lo permite, salir a alta mar hasta la Isla de los Conejos.
La polémica había surgido porque los pescadores en activo consideraban que son ellos quienes tienen el derecho a utilizar esos almacenes, que hace décadas fueron cedidas por el Ayuntamiento, mientras estaban siendo utilizadas por otros pescadores jubliados que tienen embarcaciones de recreo.
Así, los pescadores en activo pedían al Ayuntamiento que tomara cartas en el asunto, anunciando que del total de barcos disponibles, siete, participarían en la procesión solo dos, por compromisos personales.
El propio presidente recordaba cómo esos almacenes se cedieron por el alcalde de entonces a cambio de una concesión que hicieron los pescadores, que cedieron los secaderos de los aparejos para hacer la carretera y el paseo de enfrente del bar El Muelle, en dirección a la dársena.
González insistía en que esa cesión era «para los barcos y no para los marineros jubliados», aunque no hay ningún documento que lo acredite, como explicaba por su parte el alcalde actual.
A pesar de su convencimiento con la medida de presión, González, hablaba en nombre de todos cuando reconocía su pesar porque no iban a disfrutar de la procesión.
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