Nuevas obras de reparación del túnel de Los Corrales obligan a cortar el tráfico este fin de semana

Pocas obras han tenido una historia tan azarosa como el túnel de la Estación de Los Corrales de Buelna, único paso subterráneo bajo las vías del tren de todo el valle y vía directa a grandes empresas como Nissan, Trefilerías Quijano o Hitachi, que suman más de un millar de trabajadores. Es estrecho, soporta un tráfico muy intenso regulado por semáforos que no terminan de cumplir su función, se ha inundado más de una vez y las humedades y otras deficiencias han marcado los 14 años que lleva abierto.

Según algunos cálculos, atraviesan ese túnel unos 200 vehículos a la hora, una gran parte transporte pesado que sufre especialmente sus estrecheces. El peso de esos grandes camiones ha tenido como consecuencia el hundimiento de todas las arquetas de ese túnel, una reparación que se acometerá este fin de semana, cortando el paso sábado y domingo. Se aprovechará la reducción del tráfico los fines de semana porque quedan pocas alternativas al paso de camiones por esa zona. La Policía Local ha recomendado, para llegar a la zona industrial, dejar la autovía en Barros, tomar la CA-170 y de ahí a la recta de la Agüera, entrando en Los Corrales por el nuevo puente del Matadero, y el trayecto a la inversa para salir del valle.

Por Los Corrales el acceso es más que complicado. Por Somahoz y San Andrés sobre pueden acceder turismos y furgonetas no muy altas. Y por el casco urbano de Los Corrales las últimas restricciones hacen prácticamente imposible ese acceso a camiones. Los vehículos sí podrán aprovechar la calle Fundidores.

A lo largo de los últimos 14 años se ha tenido que cerrar el paso por ese túnel en varias ocasiones. La retirada de las placas que cubrían las paredes para intentar ensancharle, renovar todo el cableado, evitar las fugas de agua o, más de una vez, por quedar totalmente anegado en días de fuertes lluvias.

En más ocasiones ha sufrido las averías de los semáforos que no acaban de regular como se hubiese deseado el tráfico por ese estrecho subterráneo.

Pero lo cierto es que los problemas comenzaron antes incluso de su construcción. El proyecto básico, aprobado por unanimidad en 1998, tiene poco que ver con el trazado actual. Era recto y con un ancho suficiente. Fue un año más tarde, en 1999 cuando se cambió el proyecto y con él el trazado, para evitar la expropiación y consecuente pago de un edificio que sustentaba comercios tradicionales. El 26 de abril de 2004 comenzaron las obras de eliminación del paso a nivel más transitado de Los Corrales. La obra, muy compleja técnicamente, exigió un incremento presupuestario importante: de los 3.073.000 euros iniciales se pasó a los 6.502.000 euros con los que se terminó, más del doble de lo previsto. En cuanto a su duración, más de lo mismo. De los 18 meses de plazo de ejecución, se pasó a los 36 meses, para dejarlo como está. El 16 de febrero de 2007 el entonces alcalde de Los Corrales de Buelna, José Manuel López, dio permiso para la apertura al tráfico del túnel.