El Teatro Municipal de Los Corrales busca apellido que le distinga de otros coliseos
El debate se abrió a la par que se demolió el antiguo Ayuntamiento, sobre el que se levantó y estrenó, hace ahora casi 20 años, el actual edificio cultural
El Teatro Municipal de Los Corrales de Buelna ha estrenado en este mes de diciembre el primer gran rótulo que designa a ese edificio como centro cultural, ratificando tanto ese título de edificio municipal como el logo que se ha venido utilizando en los últimos años para rubricar cartelería y tarjetas de invitación, redes sociales y actos de todo tipo que tenían como sede lo que fue Ayuntamiento de Los Corrales durante muchos años.
A pocos meses de cumplir sus veinte primeros años como tal, queda en veremos la posibilidad de añadir al nombre genérico apellidos más concretos, aunque intentos y propuestas ha habido. Una de ellas, la más significativa y repetida, es la de darle en herencia la denominación del primer edificio que albergó cine, teatro y música en Los Corrales de Buelna, el Teatro Hispania.
No ha sido la única opción, aunque sí la más concreta. Porque el resto de propuestas fueron mucho más genéricas, planteando la posibilidad de que fueran los vecinos los que eligieran un personaje local para dar nombre y apellidos al actual teatro.
El debate comenzó ya en octubre de 1998, cuando la Corporación, que acababa de dejar ese edificio para trasladarse a la casa familiar de los Mazarrasa (actual Ayuntamiento), aprobó el proyecto de demolición del viejo inmueble para la construcción en su lugar de un Teatro Municipal, poniendo como condición el respeto de los arcos de la fachada, que se desmontaron y recolocaron piedra a piedra.
En abril de 1999 finalizaba la demolición del edificio y el 10 de julio de 1999 comenzaban las obras de construcción del futuro Teatro Municipal y Centro Cultural, que así se llamó por aquel entonces con la intención de no mover tal designación.
Pero el apellido de Centro Cultural desapareció en 2002 y el edificio se estrenó como Teatro Municipal el sábado 26 de abril de 2003 (tras una inversión de 2,5 millones de euros), con la esperanza de promover un debate público para dar apellidos de tronío al nuevo servicio público.
Lo cierto es que otras prioridades se impusieron, pero cada vez que se avanzaba en la mejora del edificio o su entorno, como ocurrió en 2004, volvía a reabrirse el debate. Siempre con alguna mirada dirigida a unos metros más allá de la misma Avenida Cantabria en la que hoy se levanta el Teatro Municipal, muy cerca del lugar en el que durante casi un cuarto de siglo, de 1926 a 1950, funcionó con éxito el Teatro-Cine Hispania. Hoy ocupa ese lugar un gran edificio de pisos.
Al Hispania le sucedieron otros grandes locales que se decantaron por la gran pantalla, el Cine Buenos Aires, el Cine Coliseum María Luisa o el Cine Lido. Todos fueron cerrando para dejar el lugar al Teatro Municipal actual que, como novedad, incorpora una galería de arte o una sala multiusos en la que habitualmente ensaya la Coral de Los Corrales.
Entre estos últimos también se ha manejado, con menor intensidad, la posibilidad de retomar el nombre de Coliseum, un gran edificio que se levantaba junto a las demolidas antiguas escuelas (hoy Espacio La Plaza), frente con frente del actual Teatro Municipal.
