Fuentes conocedoras del caso confirman que los hechos están ya en manos de la Policía Judicial, aunque precisan que no se ha iniciado ningún tipo de expediente interno. Al parecer, la Casona costeó de forma errónea dos facturas después de que llegase una solicitud externa para cambiar el número de cuenta. Lo que se está dirimiendo es si se siguieron los protocolos necesarios desde el área de Tesorería para proceder a esta modificación, aunque todo parece indicar que no hubo esa comprobación.
La prudencia es la nota predominante en el caso, más si cabe teniendo en cuenta que está siendo investigado, en especial los motivos por los que no hubo un mayor control por parte del Ayuntamiento. La otra pata de las pesquisas, la principal, pivota en torno a localizar al autor de la petición. Al parecer, tanto la compañía damnificada, como el Consistorio y la propia entidad bancaria han denunciado los hechos, en lo que se define como una estafa «muy sofisticada», ya que los delincuentes falsificaron la documentación necesaria y la presentaron en la Casona para poder proceder a las modificaciones de abono.
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