La Policía Local de Camargo da por rota la negociación laboral con el Ayuntamiento

Después de haber logrado avances importantes para el cuerpo de Policía Local de Camargo en los últimos meses, la relación entre el Ayuntamiento y la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se encuentra ahora en uno de sus momentos más delicados. El sindicato mayoritario ha dado por rotas las negociaciones con el Consistorio después de la negativa del equipo municipal a ofrecer las condiciones salariales que reclama la plantilla. «Nos han engañado y hemos vuelto a caer en la trampa», lamentó ayer la delegada de esta agrupación, América González, antes de apuntar a «razones políticas» como origen de la falta de acuerdo. Al otro lado de la mesa -que también componen UGT y CC OO-, el concejal de Obras, Personal y Policía Local en el Consistorio, Íñigo Gómez, avanzó que ahora se propone encontrar una vía que resuelva el estancamiento del diálogo. Lamenta el desencuentro, pero aún así confía en poder encontrar «una solución satisfactoria para todos».

El miércoles fue el día clave. La junta de gobierno se reunió para abordar la exigencia troncal de la negociación, la equiparación salarial de los agentes con respecto a otros funcionarios de su mismo nivel (C1). «Los policías tienen que hacer horas extra para cobrar lo mismo que el resto de trabajadores públicos», lamentó la portavoz sindical tras conocer el sentido de la decisión. La junta no resolvió a favor o, que diría el concejal del ramo, «no hemos podido llevar a cabo esta ampliación, al menos tal y como estaba definida».

De ahí pasó a explicar lo ocurrido. «Entiendo la decepción porque habíamos avanzado mucho en las últimas semanas. Quizá la propuesta que nos habíamos marcado era demasiado ambiciosa, pero vamos a seguir peleando todo lo posible para encontrar una vía alternativa». Con todo, conserva el optimismo e insiste en la posibilidad de encontrar «otra formula distinta» en el futuro, así como trasladar -como ya ha hecho a los sindicatos- que «las negociaciones no están rotas».

Parece que le va a costar más reincorporarse a las conversaciones a CSIF, que dice sentirse «engañado» por la «trampa» a la que los ha sometido el Ayuntamiento. Todo el rastro de buenas sensaciones que caracterizó al acuerdo inicial sobre el calendario y la primera fase de conversaciones se ha esfumado en cuestión de 48 horas.

Pero el encontronazo no sólo tambalea la paciencia y el entendimiento mutuo. La ausencia de pacto agudiza igualmente la crisis de personal existente en la plantilla policial de Camargo, hoy en día dotada de 24 agentes -por los 34 que aspira a tener y que de hecho tenía hace tan sólo un año-. «Estamos haciendo un proceso de selección de seis efectivos y seguiremos cubriendo todas las que podamos», avanzó el responsable de Personal y Policía, que atribuye la ausencia de empleados fundamentalmente a las jubilaciones anticipadas y a los procesos de movilidad.

Todo lo contrario piensa -y Gómez comprende- el sindicato mayoritario. «No es que se vayan, sino que nos echan», lamentó González, en referencia al desfase salarial que distingue a Camargo respecto a otros municipios. A la delegada le preocupan ahora los efectos que el choque de posiciones pueda tener en las ganas de los uniformados por seguir patrullando dentro de las fronteras del valle. Sabe el equipo municipal que asemejar las condiciones actuales a la de los territorios vecinos es un horizonte «complicado». ¿Quizá acercarse? De momento se propone encauzar de nuevo las conversaciones para volver a la negociación y, de ahí, «mejorar un servicio que es fundamental».