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Alto Campoo era este lunes un pasto verde.

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Alto Campoo era este lunes un pasto verde. Antonio 'Sane'

«Si hace frío, nos bastará con 50 horas para abrir Alto Campoo»

El director de la estación, Joan Font, defiende la viabilidad de abrir las instalaciones el próximo día 2 de diciembre si se cumple el pronóstico que anuncia la llegada de un frente frío

José Carlos Rojo

Santander

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Miércoles, 22 de noviembre 2017, 13:54

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Para el nuevo director de la estación de Alto Campoo, Joan Font, esta incertidumbre climática de pretemporada es algo esperado en muchas zonas de España. Lo que hoy es un pasto verde puede en pocos días convertirse en una pista de esquí. «Siempre sucede igual, venimos del verano y las dudas aparecen; pero aquí la potencia de los cañones de nieve artificial es tan grande que sigo pensando que no tendremos problema para abrir el día 2 de diciembre si las previsiones meteorológicas aciertan con el pronóstico». Si se cumplen los modelos, no importa tanto el calor que haga estos días. El giro del clima llegará este próximo sábado, con un cambio hacia el viento norte que traerá un descenso acusado de las temperaturas y precipitaciones.

Todo apunta a que la nieve caerá de forma natural por lo menos hasta el próximo miércoles. «Si eso es así, a nosotros nos bastará con poco para poner en marcha la instalación», remarca el gestor. «Para hacernos una idea. Si no nevara nada de forma natural pero hiciera el frío suficiente como para poder encender los cañones, nos bastaría con 50 horas para colmar de nieve la estación».

Con -3 grados podría funcionar la innivación artificial;aunque la humedad fuera del 100%, asegura Font. Todo lo demás, lo que se refiere al acondicionamiento de las infraestructuras, está listo. «Y no tardamos más de una noche en pisar la nieve», matiza. El único inconveniente sería el viento. Si sopla el norte, será imposible fabricar copos en las cotas más altas. «Pero podríamos abrir toda la zona baja, la de principiantes, que abarca desde la cota de 1.650 metros hasta la de 1.800, más o menos».

Los operarios de la estación ya hacen guardia durante estos días con vistas a la llegada de este giro del clima. «El objetivo es tenerlo previsto para el sábado día 2 y por supuesto para el puente de la Constitución, y si los pronósticos aciertan, lo podemos hacer seguro».

Las temperaturas de ayer

  • Polientes Máxima (17,5) y mínima (-6,2)

  • Cubillo de Ebro Máxima (17,2) y mínima (-6,4)

  • Santander Máxima (17) y mínima (11)

  • Torrelavega Máxima (19) y mínima (11)

  • Castro Urdiales Máxima (18) y mínima (11)

El optimismo de Joan Font contrasta con la imagen de Alto Campoo sin nieve en estos días, a falta de una semana para el plazo fijado para abrir la instalación. Pero parece un fenómeno pasajero. El clima parece haberse vuelto loco en este inicio de otoño. «La montaña está desordenada», exclama Alfonso Allende, colaborador de la Agencia Estatal de Meteorología y uno de los responsables de la página web Meteocampoo. Solo así se explica que durante estos días las temperaturas sean más altas en las cimas y más frías en la base,o que los termómetros oscilen hasta 23 grados del día a la noche. Son todas condiciones climáticas derivadas del anticiclón que permanece anclado en la región desde hace una semana y que se pueden explicar con unos breves conceptos de física.

«El anticiclón paraliza la atmósfera. No hay viento y el sistema apenas se mueve», concreta Allende. El aire frío, más denso y por lo tanto más pesado, se precipita por las laderas de la montaña hacia la llanura. El aire más cálido, por el contrario, se queda en las zonas altas. «El fenómeno de inversión térmica no es algo nuevo. Sucede desde hace mucho tiempo, lo que ocurre es que ahora lo tenemos monitorizado y prestamos más atención;pero siempre ha existido. Y mientras dura, altera totalmente las condiciones lógicas del clima», recalca el experto de Meteocampoo.

Por eso el paisaje está irreconocible respecto a lo que se vio una semana atrás, cuando la nieve cubrió una estación de Alto Campoo en la que las máquinas pisanieves trabajaban a destajo para poner a punto las pistas de cara a la temporada de esquí.

Más complicado es aún para los vecinos campurrianos el segundo fenómeno que forma parte de este juego loco de temperaturas, la llamada oscilación térmica. En la práctica se tradujo ayer en una variación del mercurio que pasó de los -3,9º de mínima, a los 15,9º de máxima en Reinosa. O peor aún, el extremo de este cambio fue el registrado ayer en Polientes, donde se pasó de los -6,2º medidos a las 8.30 horas, a los 17,5º pasadas las dos de la tarde. Es decir, una oscilación de hasta 23 grados en tan solo seis horas. Lo más parecido a pasar del invierno al verano en un tiempo récord.

El calor que se escapa

«Tiene toda su lógica, primero, por la inversión térmica, y segundo porque las noches son tan largas que el enfriamiento de la superficie terrestre se acentúa hasta el alba», explica José Luis Arteche, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en Cantabria (Aemet). En las horas de luz, la radiación solar calienta la tierra, que acumula toda esa energía. Pero por la noche, todo ese calor regresa a la atmósfera «y si no hay nubes, como en estas noches despejadas de anticiclón, se pierde hacia el espacio», concreta Arteche. Sería lo más parecido al efecto invernadero: con nubes, el calor no tiene escapatoria, pero sin ellas, se pierde durante las horas de oscuridad para alcanzar la mínima temperatura poco antes de que amanezca.

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