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La senda, en construcción, discurre paralela a la carretera. : J. L. Sardina
Una senda peatonal unirá los pueblos de Monegro y La Costana

Una senda peatonal unirá los pueblos de Monegro y La Costana

La nueva infraestructura de Campoo de Yuso, que mejora la seguridad de los transeúntes, tiene más de dos kilómetros

Ernesto Sardina

Santander

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Viernes, 21 de junio 2019, 07:30

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Los trabajos para la construcción de la senda peatonal entre las localidades de Monegro y La Costana, en el termino municipal de Campoo de Yuso, comenzaron hace unos días. La actuación, que discurre paralela a la CA-171, está financiada por la Consejería de Obras Públicas, que licitó la misma por 241.385 euros y que finalmente adjudicó a finales de febrero de este año por 181.000 euros a Servicios Públicos y Contratas.

La senda peatonal, que discurre junto a la CA-171 Reinosa-Corconte, se desarrollará en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 8,450 y 10,700, de Monegro a La Costana.

Ambos núcleos del municipio de Campoo de Yuso cuentan con aceras en su zona urbana, sin embargo, carecen de una vía peatonal de unión entre ambas. La CA-171 conecta estas poblaciones a través de un trazado de 2,250 kilómetros, pero su arcén, de entre 70 y 80 centímetros es insuficiente para permitir el tránsito peatonal con unas medidas de seguridad suficientes.

Según ha explicado Eduardo Ortiz, la construcción de esta senda peatonal es una «vieja demanda municipal» que ya se solicitó con motivo de la construcción de la nueva carretera. La misma, manifiesta, «ofrece seguridad a los peatones, permite conectar ambas localidades y marca un recorrido, que en sucesivos tramos de ejecución, conectará Orzales con Corconte».

La solución definida en el proyecto, que actualmente se está ejecutando, es una senda peatonal de 1.80 metros de anchura, que sigue el trazado de la CA-171, manteniendo sus elementos de drenaje longitudinal y barreras de seguridad para reducir el coste de las reposiciones y redundar en la seguridad del peatón alejándolo del tráfico. De este modo, en tramos de desmonte, en los que haya cunetas, la senda se adosará a éstas por la parte exterior a la calzada, mientras que, en las zonas de terraplén, que cuenten con barreras de seguridad para evitar la caída de los vehículos por el desnivel, la senda se ubicará a partir de dicha barrera.

En los casos en los que no exista ni cuneta ni barrera de seguridad, la senda se adosará a la calzada, separándola y balizándola mediante una línea amarilla de 15 centímetros de grosor. Sobre la línea amarilla se colocarán bolardos de caucho cada 20 metros, mientras que la senda desarrolla su anchura dejando un vacío de cinco centímetros con respecto a la línea amarilla.

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