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Marimar y Fonso se encargan de separar las piedras de las patatas en la cosechadora. Fotos: Luis Palomeque / Vídeo: Pablo Bermúdez
Contraste

Valderredible rebrota con sus patatas

Los productores de tubérculos dejan atrás un año marcado por las pérdidas y encaran el final de su recogida con ganas de celebrar una buena cosecha esta temporada

Domingo, 2 de noviembre 2025

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Del barro húmedo a la tierra seca. Casi 365 días separan dos estampas de fuerte contraste en Valderredible. El pasado año, las abundantes lluvias registradas desde el mes de agosto y el paso de la borrasca Kirk desembocaron en una cosecha nefasta de patatas -y sin precedentes en la zona- con la inundación de los surcos de muchos cultivos. Esta circunstancia se tradujo en una recogida tardía y repleta de dificultades -con una recolección prácticamente a mano- y dejando cerca de 700 toneladas de patatas sin arrancar en la tierra. En cambio, esta temporada presenta una imagen totalmente diferente y eleva el optimismo de unos productores de tubérculos que todavía no han olvidado sus secuelas.

Con una cara que rezuma alivio y señalando las piedras de una de sus plantaciones recibe el agricultor Juan Bautista Ruiz, en Valderredible a El Diario Montañés. «Esta finca va a ser de las más complicadas de recoger por el tema de las piedras, pero lo haremos a mano», sonríe. «Es otra cosa, no tiene nada que ver, el año pasado fue el más húmedo que se recuerda en mucho tiempo, se quedaron una gran cantidad de patatas sin arrancar en las fincas y todo eran problemas dentro de nuestros almacenes», rememora. Y es que estos tubérculos no están acostumbrados a las grandes acumulaciones de agua, por lo que muchas patatas se acabaron pudriendo en la tierra y otras tuvieron que ser secadas -por la humedad acumulada- con mucho mimo para poder llegar al mercado. Algo que esta temporada no ha sido ningún problema; de hecho, ha sido necesario regar el campo para ponerlo a punto. «Está siendo seco, tenemos que regar para poder arrancar, porque si no lo hacemos las máquinas golpean a su paso muchas patatas», explica.

La cifra

700 toneladas

de patatas que se quedaron sin arrancar en Valderredible el año pasado

Bautista confiesa que la cosecha a nivel nacional va a ser algo baja, pero de «muy buena» calidad. Las consecuencias económicas de una temporada para «olvidar» le ha llevado a apostar por una reducción de las hectáreas plantadas, de 18 a 15, y así minimizar las pérdidas. El agricultor cuantifica el sembrado de una hectárea en unos 7.000 euros. «Yo y el resto de compañeros hemos decidido disminuir las plantaciones para paliar algo los gastos y compensar las pérdidas de las patatas que no se pudieron recoger».

El buen tiempo permite recoger las patatas con mayor facilidad.

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El buen tiempo permite recoger las patatas con mayor facilidad.

Para el productor va a ser «difícil» olvidar lo sucedido la campaña pasada: «Yo soy de los más jóvenes de la zona y no había vivido algo de este calibre, pero es que los mayores tampoco recuerdan algo así». Lo que sí que tiene claro el agricultor es que pese al «mal recuerdo» no queda otra que trabajar el campo y seguir hacia delante. Una de las diferencias que ha notado a nivel particular es la reducción de la mano de obra para recoger la cosecha: «Este año vamos a necesitar ayuda de forma puntual y de unos dos trabajadores diarios para la cosechadora». En su caso, Fonso y Marimar son las dos personas que habitualmente trabajan durante esta campaña y son los encargados de subirse a la máquina para realizar las labores de separación de las patatas y las piedras. Una campaña que empezó a mediados del mes de septiembre y que empieza a vislumbrar ya su final.

«Este año es otra cosa, tenemos que regar para poder arrancar, porque si no lo hacemos las cosechadoras golpean a su paso muchas patatas»

Juan Bautista Ruiz

Agricultor

Con uno de sus dos almacenes «a reventar» y el otro avanzando a «buen ritmo», Bautista muestra su «alegría» y espera que el mercado responda esta temporada: «Esto por lo menos ayuda a seguir motivado de cara al futuro». Con una estimación de sacar unas 400 toneladas de patatas, el final de la recogida se acerca y ya quedará el trabajo en el interior de los almacenes. Una labor silenciosa, pero que permite llevar la patata de Valderredible a los establecimientos de toda Cantabria. «Traemos las patatas en el remolque y la descargamos en este búnker», relata Bautista, que con su mano apunta hacia este elemento situado en el centro de su nave. «Ahí abrimos, basculamos y quitamos parte de la tierra. A partir de ese momento, ya se pueden subir hacia la mesa de selección, donde se separan por calibres diferentes y se pueden hacer sacos o ir a cajones para su almacenaje».

El agricultor espera que el precio sea «algo inferior» respecto al año pasado y lanza un mensaje a los consumidores cántabros: «La patata de este año va a tener muy buen tamaño; con las condiciones que se han dado y se están sacando de la tierra, va a ser especialmente buena».

El productor Juan Bautista Ruiz revisa algunas cajas de la cosecha.
Imagen - El productor Juan Bautista Ruiz revisa algunas cajas de la cosecha.

Si hay un hecho que puede suponer un antes y un después en el futuro de las producciones de patatas en Valderredible son las ayudas prometidas por el Gobierno regional. En su día, el propio alcalde del municipio, Fernando Fernández (PRC), pidió al Ejecutivo que tomase cartas en el asunto y «habilitase ayudas para paliar los daños sufridos» a los catorce productores afectados de la zona.

Bautista confiesa que «todas las ayudas son bienvenidas». Asimismo, pone en valor la comunicación en todo momento con la Consejería de Desarrollo Rural. «Han estado en contacto con nosotros, con los sindicatos y es verdad que se ha retrasado un poco la cosa, pero ya sabemos que las cosas de palacio van despacio, lo importante es que ha habido interés y ganas para llevarlo a cabo».

Para ello, el Gobierno convocó hace unas semanas las ayudas excepcionales para compensar las pérdidas en el cultivo de la patata en Valderredible por la adversa climatología. En dicho documento se reconocen las inusuales condiciones climáticas que afectaron al cultivo de la patata en dicho municipio: «La inesperada cantidad de precipitaciones registradas en septiembre y octubre de 2024 ha causado serios daños en las plantaciones de patatas de la región. Además, debido a la imposibilidad de acceder a las parcelas con maquinaria agrícola, dando lugar a importantes pérdidas de producción y, en consecuencia, afectando gravemente a la economía local».

El agricultor valora este anuncio como «imprescindible» para que la actividad pueda continuar en la zona. Además de que es la primera vez que los productores de patatas solicitan ayudas por una mala cosecha: «Se han portado bien con nosotros».

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