Castro despide a Toñita Benito, alma mater de Stella Maris

En Stella Maris aprendían a coser y bordar, pero también se les daba formación en cultura general y se les enseñaba a leer y escribir. En la agrupación se hacía énfasis en la educación en valores y religiosa, bajo la tutela de los padres claretianos, entre los que el castreño, Javier Expósito, cita al padre Hilario Apodaca, Pedro Fuentes y el padre Zalacaín.

Toñita también ayudó a encontrar trabajo a castreños y castreñas. «Cuando la situación apretaba, les buscaba algún trabajo de empleadas del hogar o cosas así, incluso a más de un marino encontró colocación cuando la pesca era mala», relata Expósito. También es de destacar su labor humanitaria, a través del envío de ropa confeccionada por las voluntarias del taller de la asociación a países en vías de desarrollo o zonas afectadas por desastres naturales.

Acciones altruistas por las que el Ayuntamiento le concedió en 2017 la medalla de oro al mérito «por su importante labor social y benéfica en la asociación Stella Maris, que a lo largo de las décadas ha contribuido a la formación integral de las jóvenes castreñas en una primera etapa, y posteriormente en la ayuda a países en vías de desarrollo confeccionando y enviando ropa». El Gobierno de Cantabria reconoció estas aportaciones en el homenaje con motivo del Día Internacional de la Mujer, en el año 2007 y la Escuela de Adultos, desde su Taller de Igualdad, sugirió entre otros, el nombre de Toñita, para nombrar alguna de las calles de la ciudad.