Encuentro-Uztarketa critica el retraso del saneamiento del barrio Ribero en Sámano
Recuerdan que el concejal de obras se comprometió a licitarla hace tres años
Encuentro-Uztarketa, el nuevo partido político que se dio a conocer la semana pasada en Castro Urdiales, ha criticado el retraso en la tramitación y ejecución de las obras de el saneamiento del barrio Ribero de Sámano, cuya licitación se anunció a principios de esta semana.
Según recuerdan, en julio de 2019 el concejal de Obras de Castro, Alejandro Fernández, prometió que en septiembre de ese mismo año estaría concluido el acuerdo para eliminar el «enorme» vertido de aguas fecales que hay en el entorno del barrio de Ribero. Vertido que, «como la mayoría de los cien que están documentados en todo el término municipal, desemboca en un río del que se capta agua para consumo humano». Una situación que es «lo mismo de siempre en las pedanías de Castro: las aguas fecales que no se recogen acaban ineludiblemente, de una u otra manera, en los ríos de los que se capta agua para consumo humano». Algo que se repitem según la agrupación en «esa zona, y en todo el municipio, desde siempre».
La licitación de obras, dicen, llega «casi tres años después», porque «lo que no nos recuerda el concejal es que se comprometió a licitar esa actuación para septiembre de 2019, es decir, hace casi tres años. Por tanto, casi tres años de retraso».
La junta vecinal de Sámano, junto con la de Otañes, es «el paradigma de la desidia de este equipo municipal, y de los tres que le precedieron», afirman desde la nueva formación, que lamentan que se trata de un asunto «grave», que supone «un atentado medioambiental y un riesgo permanente para la salud pública».
Asimismo, afirman que, en el caso concreto de Sámano, «aparte de los veinte vertidos documentados al río, hay otros diez, al menos, que desembocan directamente en la vía pública, por donde circulan diariamente cientos de personas que deben convivir con ellos desde tiempo inmemorial». Entre los diez documentados citan tres en el barrio de Ribero, y otros tres en Hoz, así como otros cuatro más en Helguera, otros desde la iglesia hasta el cruce de la carretera Santullán-Sámano polideportivo, Llantada y Momeñe; «pero probablemente habrá más», advierten.
Si bien cualquier retirada de aguas fecales de sus «habituales destinos, como ríos, carreteras y caminos», es una «buena noticia» para Encuentro-Uztarketa, esta actuación, así como los casos de Baltezana y El Haya, son «buenas noticias menores», porque son para la formación «pequeños vertidos comparados, por ejemplo, con la deplorable situación de Otañes».
También rechazaron que la depuradora de oxidación total de El Haya, con un presupuesto de 165.891 euros es una instalación «con fecha de caducidad», esto es, «diez años en el mejor de los casos si se hace el mantenimiento debido». En este sentido manifiestan que sobre esta obra de promoción municipal, «como sobre todas las anteriores, pesa la sombra de la duda en cuanto a su eficacia y el cumplimiento de los plazos de ejecución», y señalan que dicha actuación tendría que haber estado finalizada hace 50 días «y no hay ninguna noticia de ello».
Desde Encuentro-Uztarketa apuntaron que en estas tres inversiones suman un gasto de algo más de 300.000 euros «en tres años de mandato, con una situación medioambiental y sanitaria aberrante por causa de los vertidos fecales». Y también han hecho referencia al canon del agua, que en 2006 sumaba según la agrupación, 24 millones de euros. «Nadie sabe cuánto se han gastado de esa cantidad ni en qué conceptos. Una partida finalista para abastecer de agua potable y retirar aguas residuales de nuestro municipio de la que no se sabe cuánto queda ni el detalle de qué gastos se han cargado a ella».