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Ibon Álvarez en su puesto de trabajo. :: s. hidalgo
«Me he especializado en la iglesia de Santa María»

«Me he especializado en la iglesia de Santa María»

Ibon Álvarez, guía turístico del templo castreño, es el encargado de darlo a conocer a los visitantes

Samira Hidalgo

Castro Urdiales

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Viernes, 5 de abril 2019, 07:17

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La iglesia de Santa María de la Asunción lleva más de dos décadas abriendo sus puertas a vecinos y visitantes gracias a la labor de Ibon Álvarez, guía turístico de este templo castreño. De adolescente pensó en estudiar un módulo de informática y, sin embargo, acabó siendo guía turístico «casi por casualidad». Y es que anteriormente se dedicaba a abrir y cerrar las puertas de la iglesia para visitantes y feligreses, algo que fue cambiando cuando el Gobierno de Cantabria y el Obispado decidieron abrir sus templos más representativos al turismo, «algo en lo que Cantabria fue pionera». Así, y tras realizar varios cursos, Álvarez fue especializándose en la iglesia de Santa María, un templo que conoce «en profundidad» y mostrando los aspectos artísticos y arquitectónicos a los veraneantes, ampliando más adelante las visitas a todo el año, convirtiéndose así en su oficio.

Este guía turístico asegura que el gusta su trabajo, y que la iglesia «se vende sola porque es espectacular, al igual que su entorno». Además, conoce la historia de Santa María y los aspectos técnicos de ésta, le satisface enseñar la iglesia de su pueblo a los demás y ver cómo a los visitantes «les gusta Santa María».

En cuanto al horario, este castreño explica que la iglesia abre sus puertas durante todo el año, incrementándose las horas de visita en verano y que, aunque hay un horario oficial, se adapta a los momentos de culto y a los grupos que vengan, abriendo antes o quedándose hasta más tarde, porque «hay algunos grupos que no podrían visitar la iglesia». Aún habiendo temporada baja, Álvarez siempre cuenta con la visita de algún vecino que suele ir habitualmente y que también puede disfrutar de sus explicaciones, dar una vuelta por el templo o rezar. Además, cuenta que una semana después de Reyes y una semana antes de Navidad siempre suele recibir grupos de visitantes. En temporada alta, de junio a octubre, acuden numerosos grupos a visitar Santa María, lo que hace que su labor como guía turístico sea «más amena».

«La iglesia de Santa María se vende sola porque es espectacular, al igual que su entorno»

De las visitas, Álvarez destaca que cuando los turistas acuden a Santa María «alucinan» con la iglesia y su entorno. Sus visitas son amenas y duran unos 20 minutos, aunque tras tantos años de experiencia, este guía ya sabe si el grupo está más interesado, alargando la visita y el turno de preguntas el tiempo que sea necesario.

Álvarez comenta que lo que lo que menos le agrada de su oficio es la ausencia de grupos en la temporada baja y lo tedioso de ser guía en invierno, con frío y humedad. En contraposición, lo que más le gusta de su trabajo es ver que los visitantes salen contentos tras descubrir Santa María, ya que «muchos no saben qué monumento vienen a visitar a Castro, imaginándose que van a ver una iglesia pequeña y cuando la ven les parece alucinante» y enseñarles las capillas, los contrafuertes, los arbotantes y que la iglesia está totalmente torcida. Además, el guía destaca el entorno de Santa María, con el castillo-faro al lado, unas vistas que los visitantes disfrutan también con temporal. Por otro lado, señala Álvarez, «aunque hay quienes no entienden de arquitectura o entienden poco, miran hacia arriba y se quedan impresionados» por la belleza del templo, por esta joya arquitectónica de Castro Urdiales que forma parte de una de las más bellas estampas.

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