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Castro Urdiales
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Martes, 16 de enero 2018, 07:23
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El Gobierno de Cantabria tiene previsto intervenir en el rompeolas o dique norte de Castro Urdiales este mismo año, atendiendo así una vieja reivindicación de los vecinos del municipio. De hecho, dentro del Presupuesto de este año hay una partida específica para esta actuación, aunque la cifra concreta se desconoce por el momento. Según avanzaron desde la Consejería de Obras Públicas, los técnicos están trabajando en el proyecto de una primera fase que podría salir a concurso la próxima primavera. Los cálculos del departamento que preside José María Mazón, indican que esta actuación puede rondar el millón de euros. Los trabajos, que de adjudicarán a finales de este año, consistirán en ampliar el dique para reforzarlo en las zonas más inestables. La idea es que la actuación finalice en 2019».
Fue en el año 2016 cuando la Consejería de Obras Públicas realizó un estudio geotécnico sobre el estado en el que se encuentra el dique norte, que permitió comprobar que «su situación no ha empeorado en los últimos años».
Desde el Ejecutivo regional apuntaron que los buzos que se habían desplazado hasta Castro Urdiales para estudiar el dique, señalaron que «no hay variaciones respecto a la revisión anterior». «Está igual que hace dos legislaturas», afirmaron.
Dicho estudio, que estuvo monitorizado en todo momento y en el que participaron tres buzos y un ingeniero, consistió en analizar el nivel de seguridad del rompeolas observando la anchura, longitud y profundidad de las grietas.
Con las conclusiones de ese informe en la mano, ahora el Gobierno de Cantabria se ve obligado a actuar debido a las nuevas exigencias del Reglamento de Obras Marítimas (ROM), ya que la infraestructura «no cumple el coeficiente de seguridad», según señaló a este periódico el consejero de Obras Públicas, José María Mazón.
«La estructura aguanta, sobre todo después de los últimos temporales. No era urgente, pero el nuevo reglamento nos obliga a intervenir este mismo año». Mazón asegura que la obra en sí consiste en meter más peso al rompeolas. «En una zona se levanta el muro y en otra se ensancha, en concreto, en la zona donde el coeficiente de seguridad menos seguro». El consejero de Obras Públicas cree que, hasta que no esté listo el proyecto es pronto para saber el coste que tendrá esta primera fase.
La Plataforma para Salvar la Bahía -un colectivo que se opuso a la construcción del puerto deportivo que proyectó hace dos legislaturas el Gobierno regional (presidido por entonces por PRC y PSOE)- se manifestó hace un año para señalar que aún persisten problemas en el puerto de Castro que exige inversiones por parte del Ejecutivo regional, entre ellos, «el impulso que merece la restauración del rompeolas, más allá de los parcheos a los que se le viene sometiendo últimamente; la atención a las tareas de mantenimiento de las infraestructuras del puerto; o la exigencia de una mayor limpieza de las aguas e infraestructuras portuarias».
Los trabajos de refuerzo de los pilares del paseo marítimo de Castro Urdiales, entre el muelle Don Luis y el Parque de Amestoy, van a buen ritmo y estará listos, si no surge ningún imprevisto, dentro del plazo previsto, es decir, a finales de febrero o principios de marzo, según señalaron desde la Consejería de Obras Públicas.
Esta actuación tiene un plazo de ejecución de seis meses y fue adjudicada por 431.323 euros (sin IVA) a las empresas Extraco y Misturas, que se han unido para conformar la Unión Temporal de Empresas (UTE) Estructura Puerto de Castro Urdiales.
Hay que recordar que el tramo en obras discurre a lo largo de unos 400 metros de longitud y dispone de unos 10 metros de anchura. Fue adosado en los años 80 al paseo primitivo, el cual en la actualidad está dedicado a carril bici y vial, y se construyó sobre una estructura conformada mediante 97 pórticos de hormigón armado y placas alveolares presentadas.
En el caso de los pilares se está realizando el saneado previo de los hormigones y armaduras y después se aplica un protector anticorrosión.
Asimismo, la Plataforma vecinal recordaba «la necesidad de realizar un Plan de Ordenación de los Usos del Puerto que valore las cualidades históricas y patrimoniales del puerto castreño, así como sus valores ambientales y sus potencialidades como recurso para el turismo, el deporte, el ocio y la pesca, y un plan que muestre una alternativa sostenible a la ordenación portuaria alejada de actuaciones desmesuradas como la del puerto deportivo que deben ser definitivamente erradicadas».
Los vecinos de Castro tiene una especial sensibilidad con el estado de esta infraestructura portuaria, teniendo en cuenta que es un lugar emblemático por el que transitan a diario cientos de personas. Algunos lo hacen corriendo y otros paseando, que son los que tienen la costumbre de dar la famosa patada al fondo del espigón. Es una tradición en Castro desde hace unos cuantos años. Y los vecinos no quieren perderla.
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