Homenaje en Castro Urdiales a los vecinos que cayeron en la Francesada
Una treintena de vecinos se han congregado en la cruz de San Juan, donde se han depositado flores y se ha rezado por los fallecidos en el asedio
Castro Urdiales ha homenajeado esta mañana a los más de 300 vecinos que perdieron la vida el 11 de mayo de 1813 como consecuencia de la invasión de las tropas francesas a la villa en la Guerra de la Independencia, en los actos conocidos como la Francesada. El homenaje ha recuperado la celebración tal como se hacía antes de la pandemia, y ha contado con la participación de una treintena de personas, entre ellas, concejales del equipo de gobierno y de la oposición.
La Cruz de San Juan ha vuelto a ser el escenario de la ofrenda floral y el responso del párroco, Antonio Arribas, que ha puesto en valor el «sacrificio» de los castreños en el día que se cumplen 209 años de aquellos sucesos. «Sus nombres no se olvidan», ha dicho el cura, refiriéndose al monumento del parque de Amestoy en el que figuran los nombres de los habitantes que perdieron la vida. «Cada uno tiene su nombre, cada uno tiene su familia en la ciudad y queremos por eso loarlos, que también ellos puedan hoy ser motivo de nuestro encuentro, pero también ser motivo de orgullo», ha dicho el párroco, antes de rezar por los fallecidos.
Más de 300 castreños perdieron la vida en el asalto y sitio de la ciudad por parte de las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia, conocido popularmente como La Francesada. El 11 de Mayo de 1813 es considerado por los historiadores como uno de los peores casos de la Guerra de la Independencia, donde la población de Castro Urdiales sufrió a manos de las tropas francesas en su retirada el saqueo, muerte y destrucción de la ciudad, perdiendo más de la mitad de la población intentando defender sus casas.
