La nueva rampa del aparcamiento del puerto de Laredo estará abierta en Semana Santa

El nuevo vial, de 60 metros de longitud, cuenta con un carril en sentido ascendente y otro en sentido descendente, ambos de tres metros de ancho. Su pendiente permite salvar el desnivel entre la carretera que accede al puerto y la cubierta del estacionamiento. Al mismo tiempo, una rampa peatonal facilitará una nueva alternativa a los caminantes para acceder al dique norte, sin necesidad de adentrarse en la zona de actividad pesquera.

La rampa peatonal, situada en la zona más cercana a la ladera de la Atalaya, se resuelve con una pendiente mucho más suave que la destinada a los coches, para cumplir la normativa de accesibilidad. Además, en el lado más próximo al espigón, se ha habilitado una segunda rampa para peatones, de 2 metros de ancho, que hará posible la comunicación de la planta superior del parking con el dique de abrigo del puerto de Laredo en su zona transitable. Toda la estructura estará dotada de una barandilla de protección.

Aunque la parte principal de la obra lleva semanas concluida, quedan pendientes pequeños remates para dejar ultimada la puesta a punto de una infraestructura que contribuirá a reordenar el tráfico de vehículos en la zona.

La entrada en funcionamiento de este nuevo espacio aliviará la alta ocupación que en la actualidad se da en la explanada exterior de la lonja portuaria. Cuando quede abierto el nuevo aparcamiento, en la zona pesquera sólo podrán estacionar los camiones y furgonetas isotermo para cargar la pesca recién desembarcada y subastada. El resto de vehículos ligeros, sean de tripulantes de los barcos, operarios de las instalaciones, usuarios de las bodegas o visitantes no vinculados al transporte de pescado, deberán aparcar en la azotea del aparcamiento cubierto, a escasos 100 metros de distancia. Al mismo tiempo, los usuarios de la zona náutico-recreativa encontrarán una solución cómoda para dejar sus vehículos en un recinto situado en las inmediaciones de los pantalanes.

En cuanto al aparcamiento cubierto, aún no está clara su operatividad futura. Hasta el momento se ha habilitado en contadas ocasiones, sobre todo en los meses estivales, para aliviar la escasez de plazas de aparcamiento en la villa pejina. Esta infraestructura dispone de puertas y barreras que requieren la presencia de personal para garantizar la vigilancia y seguridad de los usuarios. Hasta la fecha, ha sido Puertos de Cantabria quien ha asumido los costes de funcionamiento. Sobre la mesa existen múltiples opciones, entre las que se incluyen modelos como los de San Vicente de la Barquera o Castro Urdiales, donde una concesionaria explota dichas plazas.