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En torno a sesenta personas, tanto representantes de colectivos o asociaciones ecologistas como particulares, se han reunido este domingo en el edificio de la Torre de Cabezón de la Sal con el fin de consensuar una estrategia para evitar las áreas de servicio para autocaravanas en el parque natural de Oyambre. Los conservacionistas han mostrado su preocupación por la Ley de Simplificación Administrativa del Gobierno de Buruaga, que modifica el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) permitiendo, entre otras cosas, este tipo de instalaciones «en primera línea de costa».
Los asistentes han comparado la situación actual con las protestas que tuvieron lugar en el mismo parque natural hace más de cuarenta años, cuando los ecologistas pretendían frenar la extensión del campo de golf sobre la duna. Ahora, según expusieron, «vivimos en un contexto diferente, con un turismo que se concentra, en parte, en las llamativas autocaravanas que ocupan la costa». El problema, por tanto, «ya existe y nuestra prioridad es la protección del espacio natural».
Y es que las fincas que 'abrazan' la costa occidental, especialmente junto a los arenales entre Oyambre y San Vicente de la Barquera, se llenan de autocaravanas todos los veranos. Sucede a pesar de que los terrenos no siempre disponen de los servicios necesarios. Los propietarios, eso sí, 'hacen negocio' cobrando a este tipo de turistas por pernoctar. Tampoco ayuda la falta de aparcamientos específicos para este tipo de vehículos, pero los distintos colectivos reunidos ayer rechazan que «se construyan en medio de un paraje como es el parque natural de Oyambre». Los asistentes acordaron crear un equipo de trabajo para acordar los pasos a seguir.
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