Una Folía por la igualdad
La popular fiesta de San Vicente tendrá por primera vez a una mujer llevando sobre sus hombros a la Virgen
Vicente Cortabitarte
SAN VICENTE.
Viernes, 19 de abril 2019, 08:12
San Vicente de la Barquera celebrará el próximo día 5 de mayo La Folía, su popular festejo, que este año vivirá una importante novedad ... al ver cómo una mujer, por primera vez en su centenaria historia, llevará sobre sus hombros a la Virgen de la Barquera.
Ese papel que hasta ahora estaba reservado exclusivamente a los hombres, podrá ser compartido a partir de ahora por las mujeres. La encargada de romper ese molde ha sido la joven Sara Miguel García, que desde hace ya algún tiempo sentía ese deseo y que tras plantearlo en firme podrá ver cumplido su sueño al ser aceptado ese cambio en la reunión celebrada en la tarde del pasado miércoles por la junta directiva de la Cofradía de la Virgen de la Barquera, que se encarga de la custodia de la patrona barquereña y de organizar la procesión de La Folía.
«Era una propuesta novedosa que nos sorprendió porque hasta el momento nunca se había planteado, lo tratamos y por consenso de todos decidimos aceptarlo», manifestó Juani Ramos, presidenta de la Cofradía de la Virgen.
Hasta el momento, el papel de la mujer en la Folía se reservaba para cantar a la Virgen
Rápidamente la noticia se corrió entre los picayos, que en su mayoría contactaron con Sara enviándola mensajes de felicitación y apoyo.
A lo largo de la historia el rol que han jugados las mujeres y los hombres alrededor de la fiesta de La Folía ha estado muy definido. Las chicas han participado siempre como picayas encargadas de cantar a su Patrona con el toque de panderetas dentro de un ceremonioso rito que es uno de los actos centrales de la fiesta. Las picayas por tradición eran mozas solteras, antiguamente solo hijas de marineros que con el paso del tiempo se abrió al resto. El de los hombres era llevar sobre sus hombros la imagen de la Virgen, tarea que antiguamente también realizaban los jóvenes marineros, muchos de ellos mientras hacían el servicio militar en la Marina, que es el origen del traje que llevan. En la actualidad también se ha abierto a todos los hombres.
El pasado año esa tarea la realizaron 45 jóvenes y hombres que en grupos de 12 llevan los aproximadamente 600 kilos de peso de la imagen de la Virgen con sus andas engalanadas.
El esfuerzo de ese peso sobre sus hombros no es algo que asuste a Sara Miguel, ya que es una deportista nata, actividad que ha hecho su profesión como técnico que en la actualidad ejerce en el Ayuntamiento de Rionansa, siendo también una buceadora profesional.
Sara es consciente de que ha dado un paso importante que supone romper un estereotipo de un acto muy tradicional y querido en San Vicente. «Los cambios que se están viviendo en muchos aspectos en todo el mundo también tiene que hacerse en mi pueblo. Eso ya lo vivimos en la Banda de Cornetas y Tambores, en donde antiguamente solo participaban hombres y ya hace años entramos también las chicas, yo entre ellas», nos recuerda.
Las razones que la han llevado a dar este paso son el deseo personal que tenía por participar de una manera diferente a la establecida en La Folía, su devoción a la Virgen y, de manera muy especial, por la memoria de su padre, Domingo, ya fallecido con quien compartía esa devoción por la Patrona.
«Cuando uno quiere una cosa tiene que luchar por ello», por eso este deseo se lo planteó a su familia de la que recibió todo su apoyo. «Conociéndome no se sorprendieron de mi decisión, diferente fue cuando lo hablé con mis amigas, algunas se lo tomaron a risa y a algunas les parecía una idea descabellada».
«No puedo nada más que dar las gracias a la Cofradía de la Virgen por que me hayan aceptado. Pensé que iba a ser más difícil. Creo que este es un paso que puede molestar a algunos, pero seguro que la mayoría lo verán bien. Creo que en la vida se deben normalizar todas las cosas que no hagan daño a los demás y esto no tiene porque hacerlo», asegura.
Ahora, Sara se prepara para cumplir lo que venía siendo un sueño. En la procesión de hoy, Viernes Santo, colaborará llevando alguna de las imágenes y en la de mañana, la conocida como procesión de Las Antorchas, con la que se inicia el rito de La Folía, llevará su casaca marinera de mahón junto al resto de picayos, aunque todavía no sabe si será llevando a la Virgen.
En su mente está la jornada del domingo 5 de mayo. Sabe que este año las miradas de todo el mundo se centrarán en ella. «Soy plenamente consciente de ello. Para mí ese día será una doble carga, el peso que llevaré muy gustosamente sobre los hombros de mi Patrona, y el de la emoción que sentiré por ello con un especial recuerdo a mi padre. Lo que espero es que esa atención de este año se pase para los siguientes y todo se normalice y otras chicas puedan animarse», reconoce.
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