Los okupas desalojan voluntariamente una de las dos viviendas usurpadas en Meruelo
La implacable unión de los vecinos ha conseguido que la familia abandone la vivienda y dicen que no van a parar «hasta conseguir que se marchen los de la otra casa»
La férrea unión de los vecinos de Meruelo para plantar cara a los okupas ha surtido efecto. Una de las dos viviendas ocupadas hasta ... el momento en el municipio fue desalojada de forma voluntaria en la noche del pasado domingo. La familia que habitaba ilegalmente en el inmueble número 25 del barrio La Iglesia ha abandonado finalmente el pueblo.
«En el grupo de Whatsapp que tenemos creado, varios vecinos escribieron este lunes que no había movimiento en la casa. No veían a nadie, las persianas estaban bajadas y no había coches en las inmediaciones», cuenta Miguel Ángel Sisniega, uno de los portavoces de la coordinadora 'Meruelo sin okupas'. De inmediato, se pusieron en contacto con la propiedad –tenía denunciada la usurpación–, que les autorizó a acceder a la vivienda, donde comprobaron que sus sospechas eran reales.
La familia okupa, formada por ocho personas, había abandonado el inmueble después de año y medio residiendo allí (anteriormente habían estado en otras dos casas de Meruelo). «Se han llevado varios electrodomésticos, pero la vivienda, en general, no está destrozada».
Este desalojo es una victoria fruto de la unión de los vecinos que, ante la «pasividad» con la que se está gestionando desde las instituciones este «problema social», decidieron este verano dar un paso al frente y luchar juntos para acabar con la ocupación en Meruelo y, sobre todo, con los problemas de convivencia e inseguridad (robos, amenazas, conducción temeraria...) que, dicen, han generado los usurpadores en las calles del municipio.
La presión ejercida junto a la reciente manifestación y la vigilancia continua sobre estas personas se ha saldado con este desalojo que, reconocen, «da mucha moral». «Los vecinos están orgullosos de que sus actuaciones tengan este éxito y estamos expectantes de lo que va a pasar con la otra vivienda», asegura.
Sisniega se refiere al domicilio número 22 de barrio Vallejada, propiedad del banco Santander, y el único que está ocupado actualmente. «Sabemos que son familia de los okupas que acaban de desalojar e igual están sopesando tomar la misma decisión». Lo dice porque este mismo lunes varias patrullas de la Guardia Civil tuvieron que personarse en la vivienda por un problema de amenazas hacia vecinos del pueblo. «Tenemos entendido que comentaron al mando que quieren que les dejemos en paz y no volvamos a manifestarnos delante de la casa, y que, al parecer, habían alquilado una vivienda en un municipio próximo a la que se iban a trasladar. De las palabras de esta gente nos creemos la mitad, pero tenemos cierta esperanza».
Desde la coordinadora tienen claro que si no toman la decisión de marcharse, continuarán con las movilizaciones. «No vamos a quedarnos de brazos cruzados y mañana (por hoy) vamos a registrar una petición en el Ayuntamiento para que se les corte el enganche ilegal del agua». Sisniega cree que están cerca de conseguir el objetivo de que «Meruelo se quede sin okupas y no vamos a parar hasta lograrlo».
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