La plantilla de la recogida de basuras de la Mancomunidad de El Brusco se pone en huelga
Desde el lunes y durante dos semanas no prestarán el servicio por la negativa de Urbaser a negociar un nuevo convenio colectivo
Las estampas de contenedores rebosantes de bolsas de basura y desechos desperdigados por el suelo que sufrieron el pasado verano los vecinos de los seis ... ayuntamientos que integran la Mancomunidad de El Brusco, volverán a repetirse a partir del próximo lunes. Los trabajadores de la recogida de basura de esta entidad han anunciado que se pondrán en huelga desde las seis de la mañana del 15 de mayo hasta, como mínimo, dos semanas. Un tiempo en el que los residentes de Bareyo, Ribamontán al Monte, Liérganes, Arnuero, Escalante y Argoños se quedarán sin el servicio de retirada de residuos, que, si nada lo remedia, se irán acumulando en los contenedores generando suciedad, malos olores e insalubridad.
Desde el sindicato USO, representante de los 14 trabajadores que secundarán la huelga, explican que el origen del conflicto se sitúa en «la negativa de la empresa Urbaser (adjudicataria del servicio) a negociar un nuevo convenio colectivo desde el año 2021, fecha en que caducó el anterior».
Desde entonces, denuncia el sindicato, «los trabajadores no han tenido ninguna revisión salarial a pesar de la fuerte tensión inflacionista de la economía». La actual concesionaria ha ofrecido a la plantilla una mínima revisión del año 2022 sin consolidar en tablas y para el año 2023 no hay ninguna oferta encima de la mesa.
Las causas que según la empresa no le permiten negociar un convenio colectivo son «el aumento de la carga de trabajo que soporta la concesión con más rutas, más toneladas de residuos y un aumento de más del 25% del número de contenedores». Según Urbaser, «el aumento del costo de explotación no ha sido compensado por la Mancomunidad del Brusco, a pesar de que existe un informe detallado que lo confirma. La empresa sostiene que «la Mancomunidad se había comprometido una revisión del contrato hace casi un año pero se encuentran con una dilación deliberada».
Fruto de este pulso, USO señala que los trabajadores también han visto incrementado su trabajo y la realización de más servicios sin poder negociar un nuevo acuerdo, «llegando incluso a tener que realizar horas extras para la terminación de los trabajos encomendados». El pasado jueves se llevó a cabo el acto de conciliación que concluyó sin avenencia ante la negativa de Urbaser de incrementar su oferta salarial y social. Este conflicto se inició el pasado mes de agosto de 2022 con la convocatoria de una huelga que se desconvocó tras el compromiso de llevar a cabo una revisión de contrato. Como aquello no se ha cumplido, dicen que se han visto abocados a convocar de nuevo este paro de actividad.
«Chantaje»
Para el presidente de la Mancomunidad El Brusco y alcalde de Argoños, Juan José Barruetabeña, esta situación es «un chantaje» de Urbaser que no está dispuesto a tolerar. «Nunca me había pasado nada igual con una empresa», dice notablemente enfadado en referencia al incumplimiento del contrato por parte de Urbaser a la hora de prestar el servicio. «Lo venimos sufriendo desde hace ya cuatro años y nos estamos hartando».
El regidor cuenta que se ha sancionado dos veces a la empresa por infringir el pliego firmado y el asunto ha acabado en los juzgados. «Les hemos denunciado por la vía judicial por incumplimiento de contrato». Aunque la huelga es fruto de un desacuerdo entre trabajadores y Urbaser por el tema de salarios, lamenta que «el problema, como siempre, le van a pagar los usuarios y la Mancomunidad».
El regidor niega tajantemente que el servicio se haya incrementado con más rutas, que recojan más residuos ni que se hayan dispuesto más contenedores. «Es todo una sarta de mentiras. Lo único que se ha hecho es sustituir los antiguos contenedores por otros nuevos. La única verdad es que la empresa no cumple con los días fijados para la recogida en los municipios, no retira las podas ni los enseres ni limpia el interior de los contenedores. Hacen lo que quieren, lo cambian todo a su antojo, y como tienen la sartén por el mango acaban perjudicando a los usuarios». Barruetabeña reprocha a Urbaser que está constantemente reclamando una subida del dinero más allá del contrato firmado por diez años por 6 millones de euros. «Si se generarían más vertidos y hubieran más contenedores automáticamente se les paga más, pero como no tienen razón, ni hacen lo que tienen que hacer, me niego a darles más dinero a costa de aumentar los recibos a los vecinos».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión