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Lunes, 16 de noviembre 2020, 18:52
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La presa del Revolvo, o Regolgo, tenía desde hacía tiempo piedras sueltas, lo que debilitaba su estructura. Así era hasta ahora, que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha concluido con las obras de consolidación de la cimentación que emprendió hace unos meses. De esta forma, esta barrera del Río Miera, situada en el Barrio del Calgar, ya no tiene riesgo de sobrevenirse en caso de una gran avenida de agua. Los trabajos también han incluido la colocación en la zona de una arqueta-aliviadero y una tubería de PVC para terminar con los vertidos que hasta la fecha procedían del propio barrio directamente al Miera.
La inversión de la Confederación en esta actuación ha sido de 240.00 euros, en unos trabajos que se han prolongado durante estos meses. La presa data de 1799, año en el que se construyó para dar servicio a un molino harinero propiedad de la familia Sainz de la Cuesta, que revertió a manos del Estado en 2008. Desde entonces, se han llevado a cabo en ella algunas actuaciones, como una escala de peces en 2017 construida por la propia Confederación y, poco tiempo después, la colocación de una estación de información hidrológica para el control de las avenidas.
Fue precisamente durante los trabajos de 2017 para la creación de la escala de salmones en Regolgo –una actuación complementada posteriormente con otras dos escalas más en otras dos presas en Liérganes: el Arral y Rubalcaba– cuando los técnicos de la Confederación comprobaron que había piedras sueltas. Y, a petición del alcalde, Santiago Rego, la Hidrográfica se comprometió a realizar un proyecto que se ha ejecutado finalmente ahora.
Al respecto el regidor valora que la actuación para la consolidación ha sido «de una notable complejidad». Además, su ejecución se ha realizado en está época del año aprovechado el estiaje del Miera durante los meses de agosto y septiembre, momento en el que se desarrolló el grueso de los trabajos de consolidación aprovechando el periodo de escasas precipitaciones y, por tanto, de mínimo caudal. En las últimas semanas, la labor que ha concluido ahora, ha consistido en habilitar una bajada para una nueva zona de baño junto a la presa.
Complementariamente, se ha realizado una arqueta-aliviadero y una tubería de PVC traslada el vertido de residuales del barrio del Calgar, que hasta ahora iba directamente al río Miera, y a escasa distancia de la presa, al colector general de saneamiento que finaliza en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Liérganes, situada en el barrio de Los Prados.
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