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Un paseante muestra el ‘mordisco’ de más de metro y medio provocado por las mareas a la arena de la playa, que llega hasta la base de las dunas.

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Un paseante muestra el ‘mordisco’ de más de metro y medio provocado por las mareas a la arena de la playa, que llega hasta la base de las dunas. Roberto Ruiz

Las dunas de Somo se desmoronan

Las últimas lluvias y los temporales provocan el derrumbe de vegetación, una decena de pinos y rocas que asoman del antiguo acantilado, antes cubierto por la arena

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Martes, 6 de marzo 2018, 18:33

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La erosión continúa su avance demoledor sobre el sistema dunar de Loredo, que se concentra con mayor virulencia en lo que los habituales de la playa conocen como la ‘duna gorda’, entre Loredo y Somo, coronada por un pinar. Las recientes lluvias y sobre todo los temporales han causado el derrumbe de vegetación y rocas caliza del antiguo acantilado, que asoma con nitidez ante la cada vez mayor escasez de arena.

El sistema dunar ha perdido tanta arena este invierno que las plantas han perdido su punto de sujeción y se han desprendido ladera abajo; con las raíces al descubierto, una decena de pinos han rodado una altura aproximada de veinte metros. Además, hay otros diez pinos que se mantienen arriba, pero a punto están de desplomarse.

Un preocupado alcalde de Ribamontán al Mar, Francisco Asón, explicó ayer a este periódico que los vecinos del municipio son «los grandes perjudicados» y que se reunirá esta semana con Demarcación de Costas, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, para llegar a un acuerdo.

En el encuentro, Asón propondrá a Costas «volver a dragar arena, que se bombee a través de tubos hasta la playa y crear así un cordón dunar, como ya se hizo hace tres años. Esta actuación tiene un coste económico elevado», reconoce Asón «pero a día de hoy es la única solución que veo para salvar las playas y evitar que la arena entre al pueblo de Somo».

Por su parte, desde el Ministerio se ha evitado facilitar información sobre las posibles medidas a llevar a cabo para frenar o ralentizar los efectos de los temporales, si bien estuvieron tomando imágenes del avanzado estado de erosión de la duna hace unas semana en la playa.

«Crear un cordón dunares la única solución para salvar las playas y evitar que la arena entre a Somo»

Francisco Asón | Alcalde Ribamontán al Mar

A medida que los meses pasan el retroceso del arenal de Loredo se hace más evidente, con la formación de un corte de más de metro y medio de altura. «Se ha formado una berma o escalón de algo menos de dos metros que empeora la situación, ya que al no haber desnivel las olas rompen con fuerza en la parte baja de la duna, muerden la arena y ocasiona derrumbes», explicó Carlos Ley, biólogo al frente de Ecología Litoral SL, empresa que gestiona el invernadero de Loredo dedicado a la reforestación dunar.

«La evolución del proceso de erosión que está teniendo lugar en este sistema dunar está siendo espectacular», apunta Ley, y señala que la solución para salvar la duna está en aprovechar la arena que se draga de la bahía de Santander. «Es un tema de gestión de sedimentos, no sería muy costoso frenarlo. He visto que la arena que se draga en la bahía se deposita demasiado lejos de la playa y el oleaje no tiene fuerza para devolverla a la playa. Si se depositase más cerca se podría frenar el escape de arena», aseguró Ley, experto en conservación de sistemas dunares.

Por otro lado, el biólogo que participa en un proyecto europeo para la conservación de sistemas dunares en la cornisa norte, lamentó que esta duna de Loredo esté catalogada como espacio protegido «solo en el papel», ya que no se han establecido medidas de protección. «En todos los países desarrollados las dunas están protegidas con medidas efectivas como un cerramiento o acordonarlas para que no se pisen».

El paseo, ayer, a lo largo de este tramo del cordón dunar descarnado por los temporales estaba repleto de troncos, bloques de vegetación arrancada por el agua, ramas partidas y rocas, alguna recién caídas y otras que asoman «del acantilado que ha estado cubierto, por lo menos, los últimos 5.000 años, desde que la playa de El Puntal se estabilizó, y que ahora se ven por la pérdida de arena, aunque todavía tardará diez años en aparecer por completo», según han señalado investigadores del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria.

«El proceso de erosión es espectacular y el escalón de dos metros que se ha formado lo empeora»

Carlos ley | Experto en conservación dunar

Los paseantes asiduos a esta playa comentaban ayer el nuevo paisaje:«Llevo toda mi vida surfeando en esta playa y me da mucha pena ver como desaparecen las dunas. El arenal ha retrocedido 120 metros desde los años setenta», calculó ‘Carleti’, surfista residente en Somo. «Cuando salgo con la piragua a Santa Marina veo un río marrón de arena arrastrado por la corriente que se pierde por la canaleta entre la isla y la playa. Por eso, creo que es necesario que la arena que se draga se deposite en la propia playa; si no, se pierde».

Respecto al derrumbe de los árboles, el biólogo no les atribuyó ningún valor; es más, señaló que «no son pinos autóctonos, sino una especie invasora traída de las Landas. Para la conservación de la duna habría que erradicarlos igualmente ya que la invasión de pinos es la segunda causa de desaparición de sistemas dunares en Europa».

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