A vueltas con el aparcamiento de Somo
Ribamontán al Mar ha empleado 209.854 euros en los últimos tres años para el proyecto del aparcamiento subterráneo que finalmente no realizará
Héctor Ruiz
Somo
Lunes, 14 de diciembre 2020, 06:57
Es sabido por todos los veraneantes que, de querer aparcar en Somo durante la época estival, más vale estar como un clavo a primera hora ... de la mañana, porque si se demoran empiezan las interminables vueltas en busca de plaza libre. Una quimera para la que a veces suena la flauta, pero que suele acabar con el visitante tirando la toalla para intentar dejar el coche en la parte alta de la localidad. Esas vueltas en pos de aparcamiento se han trasladado al Ayuntamiento de Ribamontán al Mar, que ha tomado varias marchas y contramarchas con el objetivo de corregir la situación en la capital del surf. Entre esas decisiones estuvo la construcción de un aparcamiento subterráneo que ahora el equipo de gobierno (PRC), tras muchos esfuerzos en defensa del proyecto y dinero invertido (209.854 euros), acaba de desechar y reubicar en otro punto. Lo que sí que llegará la próxima temporada de verano serán los parquímetros de la OLA.
Fue a comienzos de 2018 cuando el alcalde de Ribamontán al Mar, Francisco Asón (PRC), anunció la intención de construir un aparcamiento subterráneo aprovechando que se debía acometer la reforma de la plaza y pista deportiva del centro de Somo. Para ello se convocó un concurso de ideas que recibió 28 propuestas y que repartió 18.000 euros en premios. Por aquel entonces se hablaba de una inversión de dos millones de euros con la creación de 250 plazas de aparcamiento.
Pronto se empezaron a escuchar las voces críticas. En concreto, la de un grupo de propietarios de pisos cercanos que temían que las obras pudieran afectar a las edificaciones. De esa forma llevaron a cabo una recogida de más de 200 firmas, además una consulta realizada a nivel municipal por el equipo de gobierno tampoco consiguió el respaldo de los participantes. También con la oposición rechazando el subterráneo, el regidor terminó por aplazar su aprobación a la urnas de los pasados comicios. «Si ganamos, saldrá adelante», dijo Asón.
Aunque el alcalde afirmó que la construcción se quedaba en el aire entonces, lo cierto es que se siguió adelante y no se cortó el esfuerzo inversor, pese a que el partido regionalista todavía no había ganado las siguientes elecciones. Se invirtieron otros 10.816 euros a finales de 2018 en la realización de catas para valorar si era viable el subterráneo, un estudio geológico que dio luz verde en ese sentido. Poco después, al inicio de 2019, 167.000 euros fueron a parar a la empresa Mr2arquitectos −ganadores del concurso de ideas− para la redacción del proyecto.
Todo eso fue antes de que Asón revalidase la Alcaldía −como hace desde 1979− en las elecciones de 2019. Al avalar su candidatura, la mayoría de vecinos apoyaban el subterráneo, puesto que su programa recogía su construcción «condicionado a la financiación de otros organismos», la obra se acometería, se estipulaba, «en el momento en el que exista al menos un 30% de reservas de plazas» de residentes que las demandase, al no disponer de garaje.
Es precisamente ese el motivo que esgrime ahora Asón para faltar a su programa, y es que «por la pandemia no hemos podido reunirnos con los vecinos para la reserva de plazas», a pesar de que, dice, «hubo interés por ellas, pero eso no es suficiente». El regidor apunta a que «urge la reparación de la plaza», y no se puede demorar más. Ademas, recalca que, aunque el costo de la obra era «elevado» se podría «haber solventado con fondos municipales y regionales», pero desde el equipo de gobierno reconocen que «tenían miedo de afrontar el gasto ante la situación del covid».
Por ello, en lugar de seguir adelante con el subterráneo, el equipo de gobierno ha optado por sacar adelante una unidad de ejecución en la subida al monte Arna, en el terreno cedido por parte de dos familias que los últimos veranos se ha usado de aparcamiento gratuito. Ahí se urbanizará la zona y se dispondrán cerca de 200 plazas de pago en dos niveles de altura. «Va a tener unas características similares pero será mucho más barato de ejecutar», afirma el regidor.
Inversión no viable
Desde la oposición, la portavoz de Iniciativa Vecinal, Pilar Quintanal, celebra que se haya desestimado la realización del subterráneo, aunque evita pronunciar un 'os lo dije', pese a que fueron el grupo que mostró más rechazo. Por su parte, los populares son más beligerantes, y tal y como traslada el portavoz Juan Manuel Sáiz, va a «pedir cuentas al alcalde», por un proyecto que «desde el principio se vio que no era viable económicamente porque su ejecución se había disparado a los siete millones de euros y con las modificaciones sólo incluía 195 nuevas plazas». Sáiz les recrimina ahora que se han «tirado a la basura más de 200.000 euros».
Lo cierto es que esa inversión íntegra no se va a ir por el sumidero, porque sí que se realizará la parte que afecta a la remodelación de la plaza, pero todo se ha proyectado pensando en el subterráneo que finalmente no verá la luz, y de hecho fuentes municipales apuntan a que ahora se tienen que abonar otros 14.000 euros para eliminar el aparcamiento del proyecto.
Está claro que el estacionamiento es uno de los temas que más quebraderos de cabeza trae a Ribamontán al Mar. En época estival, a las playas de Somo, Loredo y El Puntal acuden de media al día unas 15.000 personas, una masificación que aumenta cada temporada y que no es capaz de absorber el pequeño municipio, de menos de 4.500 habitantes. Con vistas a desahogar la situación, se ha aprobado la Ordenanza Reguladora del Aparcamiento (OLA), que supuestamente iba a ser efectiva la pasada temporada. Sin embargo, la irrupción del covid regaló a los veraneantes un tiempo de descuento, y finalmente el pago por estacionar en Somo (y una calle de Loredo) no será efectivo hasta el próximo 15 de junio.
No habrá más aplazamientos. El periodo se hará extensivo hasta el 15 de septiembre, y en ese tiempo se pagará 0,55 céntimos la hora (sin límite de tiempo) y se deberá abonar entre las 10.00 y las 20.00 horas. Todos los partidos de la corporación ven en la OLA una solución. Sobre todo, esperaran que sea suficiente medida evasiva para que las autocaravanas no se instalen en primera línea de playa durante semanas. Habrá que esperar a junio para comprobar sí rascarse el bolsillo ayuda en la quimera de estacionar en Somo en verano.
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