Se vende aldea con 20 cabañas en Vega de Pas
Un empresario madrileño fue comprando tras la pandemia poco a poco un grupo de casas en el barrio de Pandacebo: ahora saca al mercado todo el conjunto por un millón de euros
Violeta Santiago
Santander
Domingo, 2 de noviembre 2025, 07:57
Al otro lado del teléfono, Ignacio Jiménez destila entusiasmo por Vega de Pas, por su silencio, sus paisajes y su belleza de otra época. Pero ... este empresario de casi 50 años no se deja cegar del todo por esa hermosura: tras la pandemia tuvo la visión de que allí podía haber negocio y, sin prisa, pero sin pausa, se ha pasado años comprando cabañas en el barrio de Pandacebo, un lugar apartado en el que solo quedaban las tres familias propietarias que han ido vendiendo. En la actualidad, el emprendedor es dueño de una veintena de edificaciones pasiegas («dieciocho que son veinte según el cuerpo registral», especifica) y las ha sacado al mercado. En conjunto, como un bloque. De ahí que haya puesto este anuncio en un conocido portal inmobiliario: 'Vendo aldea en Vega de Pas'.
En total, son unas ocho hectáreas de prados con cabañas en muy distinto estado de conservación. El núcleo en cuestión se ubica a unos ocho kilómetros de la capital municipal, de los cuales siete están asfaltados. Algunas de las viviendas tienen luz y otras no, explica, «pero hay un poste de energía eléctrica» para engancharse. Eso sí, «el agua es de manantial y de recogida de lluvia». Jiménez glosa los debes aunque, al tiempo, se deshace en elogios hacia los haberes del barrio, «que está en una posición estratégica, soleado». «Quienes se instalaron al principio de todo, sabían bien lo que hacían porque es un enclave elegido con gran inteligencia: está cerca del río y da sol desde la mañana. Más arriba da el viento, pero no aquí». Con el añadido de que los pastos de alrededor no están abandonados. «Hay vacas y caballos y tres pastores siguen usando las fincas aunque no duerman en la zona», expone.
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Hace ya alrededor de veinte años que este madrileño, dueño de una autoescuela de 4x4 (para enseñar a conducir todoterrenos a bomberos, gente de Protección Civil y ese tipo de profesionales), tiene lazos con Cantabria. Dice que, cubierta la etapa de veranear en la costa mediterránea, en plena pandemia descubrió el «inmenso potencial» del interior de esta tierra verde de Cantabria que le ha «enamorado». «He viajado mucho por todo el mundo y, salvando las distancias, este lugar de Vega de Pas es un hermano pequeño de Machu Picchu».
«Yo vi la oportunidad enseguida. Aquí siempre hay agua. Esto no es como los pueblos abandonados de Castilla y León, por ejemplo. Desde Pandacebo solo tardas veinte minutos en llegar a Vega de Pas», si bien el teleférico previsto para la zona por el Gobierno regional se encuentra justo al otro extremo del término municipal. También se animó a este proyecto porque le ha sido fácil conectar con el carácter de los pasiegos (y de los cántabros en general), «gente que cumple lo que dice». Según cuenta, ha ido comprando sus propiedades a personas «que no quieren que las cabañas que levantaron sus abuelos se vengan abajo».
Las frases
Potencial
«Yo vi la oportunidad enseguida. Desde el barrio se tarda solo 20 minutos en llegar a Vega de Pas»
Los vendedores
«Son tres familias que ya no viven aquí y que no querían que las cabañas de sus abuelos se caigan»
Jiménez añade que él adquirió una primera cabaña pasiega «a un precio absurdo» (por lo elevado) y luego fue siendo consciente de las posibilidades de un lugar que hasta 1980 carecía de comunicación por carretera. «Había que entrar aquí por La Gurueba, por una pista de mulos». Aún hoy, en el barrio en el que se ubican sus viviendas, el entramado de calles es estrecho, «pensado para transitar a caballo o en moto».
El valor en su conjunto
¿Y por qué vender, tras tanto empeño en comprar? Pues porque considera que ha cumplido «un papel: el de unificar todas estas propiedades en una sola. Ahora lo que tiene valor es el conjunto completo». Así que solo restaría difundir la venta, cifrada en un millón de euros, que ha puesto en manos de una agencia de Torrelavega, Espazio Inmobiliario. El empresario recalca que no cerrará la transacción con cualquiera. «Tiene que venir alguien con capacidad inversora. Y el proyecto que traiga debe respetar la configuración de la aldea pasiega tradicional». Es decir, Jiménez aspira a controlar el futuro de Pandacebo tomando una buena decisión a la hora de elegir al comprador. «Este es un sitio bello y hay que valorarlo como es», insiste, sabedor de que la típica arquitectura de la zona está protegida. Mientras –piensa en voz alta–, quizá le podría interesar a alguien para instalar «un negocio de caballos, o un alojamiento para convenciones, o un colegio, o un parque temático...». Subraya que no le urge el dinero: «Miraré bien a quién paso el testigo».
El alcalde de Vega de Pas, Juan Carlos García –también senador del PP–, ve con buenos ojos cualquier iniciativa de inversión en el municipio, aunque avisa: el visto bueno del Ayuntamiento a cualquier proyecto pasa por la observancia estricta de las normativas urbanísticas, «como no puede ser de otra manera».
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