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El adjudicatario del bar del campo de golf de Mataleñas se echó atrás en tres días

La mesa de contratación del Instituto Municipal de Deportes se reunió ayer para intentar dar solución a la concesión, cerrada desde mayo de 2015

Violeta Santiago

Sábado, 28 de enero 2017, 08:09

Al Ayuntamiento de Santander se le está poniendo muy cuesta arriba encontrar un empresario para la cafetería-restaurante del campo de golf de Mataleñas, cerrada desde mayo de 2015.

A finales de diciembre, la mesa de contratación del Instituto Municipal de Deportes (del que depende directamente) abrió las tres ofertas presentadas al concurso para explotar el citado complejo hostelero y eligió una, la de Juan Carlos Antón, adjudicatario actual por 15 años del bar-cafetería Corner del Complejo Deportivo de La Albericia.

Pero cuando el IMD le comunicó a Antón que su propuesta era la más valorada para Mataleñas, el empresario se acogió a su derecho a renunciar: «El concurso salió hace tiempo y cuando se resolvió me había dejado de interesar», indicó el interesado a este periódico.

Al Ayuntamiento le respondió que se retiraba debido a que se le daba esa posibilidad ya que habían transcurrido dos meses desde la licitación hasta que se falló el concurso y en el pliego se contemplaba esta opción. «Renunció tres días después de que le comunicáramos que había sido elegido», explicó Juan Domínguez, concejal de Deportes.

El paso atrás de este hostelero ha obligado a los integrantes de la mesa de contratación a volver a reunirse: lo hicieron ayer, viernes, para aceptar oficialmente la renuncia del primer elegido y para acordar solicitar la documentación pertinente al segundo que presentó una mejor oferta. Ahora, el IMD informará oficialmente al segundo candidato (José Manuel Rebolledo) de que se ha convertido en opción y estudiará y evaluará los papeles que aporte antes de resolver si, efectivamente, cumple todos los requisitos.

En el pliego de condiciones actual se especifica que el empresario que se quede con la instalación «gestionará el servicio a su riesgo y ventura». A la hora de conceder el derecho del negocio, el Ayuntamiento tiene en cuenta el estudio económico financiero que presenta el aspirante y las mejoras técnicas que prevé implantar para prestar el servicio. También se valora el detalle del calendario de inversiones a realizar, las fuentes de financiación y lo que piensa gastar anualmente en conservación y mantenimiento».

Domínguez «confía» en sacar adelante la concesión y que la adjudicación no se retrase más porque el servicio de bar «es muy demandado» por los usuarios del campo de golf de Mataleñas.

El Ayuntamiento está intentando ceder la explotación de esta infraestructura durante cinco años (prorrogables por otros cinco) desde que saltó por los aires el acuerdo con el adjudicatario anterior. El edil de Deportes afirmó que todo el proceso se ha dilatado en el tiempo debido al contencioso que se mantiene con la empresa que lo tuvo que dejar hace 18 meses.

En la actualidad, el Instituto Municipal de Deportes ha concursado este espacio con un canon de partida de 12.000 euros anuales, una cifra sensiblemente inferior a la que pagaron los anteriores concesionarios. Todas las cantidades que se ofertaron en esta ocasión están muy por debajo de los 40.000 euros que pagaron ellos en 2010. De hecho, Juan Carlos Antón se postuló ofreciendo casi 23.000 euros, en tanto que el segundo, José Manuel Rebolledo ofertó 18.000 euros y el tercero, Tomás Venero Sobremazas, 16.800.

Problemas con la anterior

A esa sociedad la crisis económica le afectó de lleno y el Ayuntamiento tuvo que rescindirle el contrato, ya que adeudaban dos años de canon (80.000 euros).

El negocio se cerró, de hecho, porque Viesgo les cortó la luz por impago de suministros: los cinco años que estuvieron al frente de la instalación dejaron sin pagar la factura de la luz (esta reclamación todavía enfrenta a ambas partes ya que la factura asciende a 54.000 euros). Esta sociedad pujó alto por una instalación con grandes posibilidades (tiene bar-cafetería, zona de restaurante y un terraza), pero después se pidió al Consistorio una revisión del canon a la baja.

La firma tampoco quiso asumir la obra para hacer accesibles los servicios a personas con discapacidad, como ordena la ley. Esta reforma ha sido ejecutada ya por el Ayuntamiento, confirmó Domínguez.

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