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El Centro Botín adecenta su vestíbulo

El Centro Botín adecenta su vestíbulo

Los detalles del entorno copan buena parte de los trabajos actuales, que señalan la recta final de la construcción, aunque se mantiene la incógnita sobre la fecha inaugural

Guillermo Balbona

Viernes, 3 de marzo 2017, 13:01

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Los trabajos en el Centro Botín y su entorno certifican que la construcción ha encauzado su tramo definitivo. El edificio de Renzo Piano, que inició su construcción en junio de 2012, se halla inmerso en la fase final dedica a ajustes y detalles que acaparan la actividad de los operarios tanto en el interior de ambos volúmenes como en el exterior. Las zonas más cercanas al edificio abordan labores destinadas a urbanizar los aledaños y los diferentes caminos que conectarán el vínculo ciudadano entre los Jardines de Pereda y la bahía.

Adecentar esas vías de paso y áreas ajardinadas copan la actividad desde que comenzara el año y en muchas zonas el trabajo ya se ha completado. En la mañana de ayer el director general de la Fundación Botín, Iñigo Sáenz de Miera, y el presidente de la entidad, Javier Botín, visitaban las zonas de trabajo y recorrieron los trayectos adyacentes al edificio.

De igual modo las obras centradas en el pachinko, la encrucijada de pasarelas y escaleras que funde ambos volúmenes, Este y Oeste, sobre el muelle de Alvareda, han experimentado un cambio radical. Sólo la base y los accesos muestran detalles por concretar. El perímetro del Centro Botín se revela ya prácticamente despejado en muchas de las áreas que circundan la construcción. Incluso se ha especulado con la posibilidad de la retirada de la valla al margen de que el edificio aún no abra sus puertas. La Fundación Botín mantiene, no obstante, silencio y permanece la incógnita sobre la posible fecha inaugural. No obstante, diversas fuentes, apuntan a que la institución santanderina ha fijado ya el punto de mira en trabajar en un programa de actos inaugural con destino a finales de primavera.

Cabe recordar que a mediados de junio se cumplirán cinco años desde que se retirara la verja que separaba la zona portuaria de la ciudad y el aparcamiento del ferry, lo que supuso el inicio oficial de la construcción del Centro diseñado por el arquitecto genovés. A finales del pasado año la nueva regidora santanderina Gema Igual, y Javier Botín «acordaron seguir colaborando para dar impulso a los proyectos que ambas instituciones desarrollan en la ciudad. Ayuntamiento y Fundación subrayaron especialmente su voluntad de unir fuerzas en torno al proyecto del Centro Botín, potenciando el que está llamado a ser «uno de los grandes referentes de la cultura de la ciudad». Sin embargo de ese encuentro no salió ningún anuncio concreto sobre plazos o fechas en torno a la apertura de la infraestructura cultural.

La Fundación, que ha fijado en un trimestre la exhibición de su entrega artística tradicional de Itinerarios, prevista hasta mediados de abril, canalizará el resto de su programación pendiente de la apertura definitiva del Centro Botín. A la espera permanece la cita expositiva con la creación de Carsten Höller, que ha tenido que modificar los plazos de su propuesta en diversas ocasiones. El artista belga con mayor proyección internacional, con exposiciones en las instituciones más prestigiosas de Europa, inaugurará el programa según se anunció hace ya más de tres años. El proceso de construcción del Centro Botín, al margen de las demoras por motivos técnicos, especialmente la que supuso casi seis meses de parón, ha estado acompañado de denuncias y polémicas que vieron la vía judicial. El pasado mes de febrero incluso la Plataforma en Defensa del Sur de Cantabria presentaba una querella ante el Tribunal Supremo en la que se solicitó la paralización cautelar de las obras y la investigación a quienes participaron en una tramitación del proyecto en la que, opinaron, «no hay nada legal». Por otro lado, a principios de año se aclaró que la anulación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que entró en vigor en 2012 y que, tras ser invalidado por el Tribunal Supremo, obligaba a la ciudad a volver a usar el que data de 1997, no afecta al Centro Botín, que se construyó dentro de un Plan Especial del Puerto de Santander.

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