«Agradecemos que se peatonalice, pero necesitamos soluciones para los coches»

Los residentes de la Alameda de Oviedo defienden que la modernización de la calle Vargas y la priorización de bicicletas y viandantes puede favorecer al comercio de la zona. «La mayoría de edificios tiene aparcamiento propio, por lo que a los vecinos no nos preocupa que se pierdan plazas», asegura la presidenta de la asociación de vecinos, Marián González. La OLA actual tampoco le parece la mejor opción para los conductores que vienen de otras localidades porque, al tener la obligación de mover el coche cada dos horas, no resulta cómodo.

«Que se semipeatonalice favorece a todos porque la ciudad será más sostenible, pero hace falta un aparcamiento disuasorio en altura y gratuito con una buena conexión de autobuses para llegar al centro». La mujer lamenta que esta posibilidad se maneja desde «hace 14 años» pero no termina de llevarse a cabo.

En San Luis, donde la calzada es de una única dirección, la semipeatonalización no afectará al tránsito de vehículos pero sí mejorará las aceras, el saneamiento y la imagen de la calle. «Creemos que será beneficioso en todos los sentidos», apunta el presidente de la asociación de vecinos de Numancia, Miguel Ángel López. Lamenta que, actualmente, cuando un transportista para su furgoneta para descargar mercancía impide el paso de los peatones y crea un tapón con los turismos que llegan por detrás de él. Las intervenciones, asegura, destinarán un espacio para que estos vehículos se detengan y suministren a los negocios de la zona. «Ahora es un desmadre porque paran donde pillan».

Coincide en que el mayor problema del centro está en encontrar aparcamiento y pide que se busque una solución. «Y que se regulen las bicicletas eléctricas y los patinetes, que ahora van por las aceras y hacen tropezar a la gente que va a pie».

El presidente de la Federación de Vecinos de Santander, Ramón Carrancio, coincide en la alarma que genera la dificultad para aparcar. «Agradecemos que se peatonalicen las calles, revitaliza el centro, pero necesitamos soluciones para los coches», asegura. Considera que si no se facilita que las personas que viven fuera de la ciudad lleguen con sus propios turismos el comercio se resentirá más. «Hace falta un aparcamiento disuasorio y barato».

La peatonalización de las calles favorece a los comercios del centro. Así lo defiende el presidente de la asociación de comerciantes del Casco Viejo, Agustín Ordejón. «Nadie quiere las obras mientras se ejecutan, pero luego lo agradecen porque la gente pasea más por las calles arregladas». Asegura que el problema en este caso está en los hosteleros que ocupan más espacio del que tienen permitido en las aceras. «Tapan los negocios cercanos y muchas veces usan la calle como almacén, dejando las sillas amontonadas».

Ordejón coincide con los vecinos en la necesidad de un aparcamiento de grandes dimensiones, de varias alturas y ubicarse cerca del centro. Por ejemplo, en la zona de las estaciones. «Si se sitúa en las afueras, no creo que nadie quiera depender de un autobús para llegar al centro y después volver cargado de bolsas. No va a funcionar». Además, apuesta porque el coste sea bajo, en torno a los cincuenta céntimos por hora. «Ahora, con la OLA o los subterráneos, mucha gente no quiere venir a Santander porque te cuesta más dejar el coche aparcado que tomarte unas cañas».

Desde el Ayuntamiento, el concejal de Fomento, César Díaz, defiende que la apuesta por la peatonalización y semipeatonalización del centro pretende «que las personas sean los protagonistas, con calles más vivas y dinámicas». Y explica que las que se han realizado en los últimos años «están favoreciendo la revitalización de la vida urbana y comercial, la recuperación de espacios para el peatón y una notable mejora de la calidad de vida de los vecinos». Estos proyectos, defiende, son un paso más hacia la sostenibilidad y la racionalización del uso del vehículo privado y estimulan el uso del transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie. En cuanto a la posibilidad de construir un aparcamiento disuasorio, como explicó recientemente en una entrevista con este periódico, el Consistorio está en conversaciones con el Puerto para desarrollarlo en el entorno de La Marga, con un servicio de autobuses que conecte el centro.