Alcázar de Toledo redoblará la presión para que se actúe contra una discoteca

En una asamblea extraordinaria celebrada hace varios días, la asociación de vecinos decidió que es hora de reiterar la queja al Ayuntamiento, al que volverán a dejar claros los riesgos que generan las actividades del local para la salud de los vecinos, que sufren trastornos del sueño y estrés. Se da la circunstancia de que el establecimiento abre cuatro noches a la semana (jueves, viernes, sábado y domingo), lo que significa que la mañana del lunes los afectados «deben acudir a sus trabajos con una gravosa falta de sueño», se dijo en la reunión.

También se redactará un informe de medición del ruido que el negocio provoca en los pisos más cercanos. En su opinión, el control de la Policía Local está siendo «insuficiente» pese a las numerosas llamadas telefónicas que se les hacen para intentar reconducir la situación.

A la vez, la asociación llevará su denuncia ante la Delegación del Gobierno y se entrevistará con los miembros de la oposición municipal de Santander. Todas las medidas se decidieron por unanimidad. A los residentes en la zona les está molestando «la permisividad» del Ayuntamiento para que los clientes saquen bebidas a la calle. Además, lamentan que tienen que soportar que la gente que acude a la discoteca se meta en los portales colindantes, donde por las mañanas aparecen todo tipo de restos.

A la cita de los afectados acudió de motu propio el responsable del negocio, Manuel Salcines, que, según informó el colectivo en un comunicado, pidió disculpas por los conflictos, pero defendió que él cumple las condiciones de la licencia que tiene concedida y que no es responsable de la vigilancia de las calles colindantes.

Salcines -siempre según los vecinos- reconoció que tiene numerosas denuncias en el Consistorio y ante la Policía, si bien afirmó que hasta la fecha no ha recibido ninguna multa, algo que a la asociación le resulta «contradictorio» con lo que el equipo de gobierno le viene comunicando.