Borrar
El efecto de la cueva, la iluminación o el movimiento de las figuras son algunos de los aspectos que más llaman la atención. Antonio 'Sane'
El Belén que bajó al centro

El Belén que bajó al centro

Postales de Navidad ·

El tradicional nacimiento de la parroquia de Cueto se expone este año por vez primera en la Plaza del Ayuntamiento

Álvaro Machín

Santander

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 24 de diciembre 2017, 07:42

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El movimiento de la figura del Niño Jesús se consiguió gracias al motor de un limpiaparabrisas. No es la única. El ángel, el que saca agua del pozo o el herrero también cobran vida por el sistema que se le ocurrió a Pablo gracias a sus años en un taller mecánico. Esto va de echarle imaginación. Como hizo Santi cuando empezó a convertir, a base de arrugar y dar forma, el papel en las paredes de una gran cueva. Durante años se lo han contado a todos los que iban a ver su espectacular Belén a la iglesia de Cueto. Un clásico del barrio. Pero esta vez tienen una lista más larga de curiosos a los que dar explicaciones. Con el permiso del párroco dieron el sí al Ayuntamiento para convertir su nacimiento en el de todos los santanderinos. Para que reyes, pastores, ángeles y toda la larga lista de personajes ‘bajasen’ al centro. A la Plaza del Ayuntamiento. «Sin perder la identidad de Cueto –explican– nos hace ilusión que pueda venir más gente a verlo».

Para la agenda

  • Los horarios Hasta el 7 de enero. De lunes a viernes, de 17.30 a 21.00 horas. Sábados, domingos y festivos, de 11.30 a 14.00 y de 17.30 a 21.00 horas.

  • Grupos por la mañana Para organizar visitas de colegios o grupos por la mañana se puede organizar poniéndose en contacto con el Ayuntamiento.

«En el barrio hay mucha tradición y al traerlo aquí hay personas que se han sentido dolidas, pero en cuatro días ya lo había visto más gente que en los últimos treinta años. Y en Cueto siguen bajando a verlo y nos dicen que ha quedado muy bonito». Es eso y también poder llenar algo más la hucha solidaria que en cada edición dedican a una causa (este año irá para Cáritas). Santi Bravo (peluquero de Monte) y Pablo Ruiz (sacristán en la parroquia de Cueto) –ellos son los que se encargan de todo con la colaboración de Jesús Lanza– lo cuentan mientras las luces simulan el día y la noche en un Belén que destaca por su verdor «montañés».

Ellos tienen su propia historia también. Les viene de casa la afición, de críos, y les dio por seguir. Santi empezó en Monte hace 44 años y sus montajes se hicieron muy populares. Tanto, que aquella tarea que se iba haciendo más grande cada vez le acabó desbordando un poco y prefirió apartarse (cuenta que se ponía villancicos en el coche en agosto para ambientarse con los preparativos). A Pablo, en Cueto, le pasó un poco lo mismo. Que lo dejó un tiempo, pero acabó volviendo. Y allí se juntaron para mezclar sus ideas. La del papel que da forma a una cueva en la que están todos los personajes del nacimiento y que permite «meterse dentro para verlo, no que esté encajonado en ningún sitio o que se vea desde fuera». La de poner pisos, alturas, escaleras, puentes o personajes a ambos lados del pasillo por el que se completa la visita. Casi hasta por el techo. Un formato que invita a agacharse, a buscar con la mirada para encontrar detalles como el efecto nevado cuando se apaga la luz. Y, por supuesto –«es una de las cosas que más llama la atención»–, que muchas de las figuras se muevan... El guitarrista, el que da de comer a las gallinas, la lavandera, el pescador, el labrador... Primero, a través de los recortes en las figuras y los motores que Pablo les colocaba y, más tarde, las que ya han ido comprando con los años. La pasión de ambos es tan grande que es difícil que pase un cumpleaños sin que alguien les regale una nueva figura para añadir a la escena.

«El trabajo ha sido fuerte, pero compensa por el agradecimiento que recibimos». Han metido muchas horas aquí, bajo las carpas que ha instalado el Ayuntamiento. «Entrábamos a las diez de la mañana y salíamos por la noche para montarlo. En la vida he pasado yo tanto frío como esos días en esta plaza». Ahora están entusiasmados con la respuesta de los que atraviesan el hall de entrada antes de recorrer la cueva y detenerse en los detalles. Sin perder la ocasión de recordarles, porque lo pone en un cartel en la salida, que el Belén ha sido cedido por la parroquia de Cueto. Recibidos por dos personas, en grupos de quince y mientras suena una narración que incluye, entre otros sonidos, la música de la película ‘La misión’. «Para todo el trabajo que lleva –insisten– pensábamos que lo mejor era que pudiera verlo más gente».

Ese objetivo parece conseguido con las visitas de las tardes y las llamadas que ya han recibido en el Ayuntamiento de grupos que quieren recorrer la cueva por la mañana. «¿Y el año que viene?», le preguntan a Santi. ¿Volverán a bajar al centro o se quedarán en la parroquia del barrio? «Pues, el año que viene... Dios dirá».

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios