El campo de El Regimiento sigue con defectos tras una obra de 400.000 euros
El Instituto Municipal de Deportes se reunió ayer con los clubes ante los persistentes problemas con el caucho, que sigue tiñendo de negro «todo lo que toca»
Las instalaciones del campo de fútbol de El Regimiento, en General Dávila, se estrenaron a principios de este año tras una inversión de 400. ... 000 euros. Entonces, todos los equipos que entrenan y juegan allí, celebraron esta intervención ya que el terreno «estaba horrible». Sin embargo, su opinión cambió al comprobar que el resultado no era el esperado, ya que el caucho utilizado no se asentó y teñía de negro los días de lluvia el equipamiento, las manos y las piernas de los jugadores. Una situación que llevó a los miembros de los clubes y a las familias a exigir soluciones al Ayuntamiento de Santander. Finalmente, el pasado abril, el Instituto Municipal de Deportes (IMD) tomó la decisión de sustituir dicho caucho. Ahora, seis meses después, la historia se repite. «Al retomar los entrenamientos de fútbol, los niños salen nuevamente totalmente negros de caucho, que tiñe todo lo que toca. Es una auténtica vergüenza», comentan familiares de los jugadores a este periódico. De hecho, fotografiaron a sus hijos al concluir uno de los partidos para que «quedara constancia de la situación».
El IMD plantea a los equipos y familiares que soliciten «horarios en otras instalaciones»
Los clubes han planteado una reclamación al Ayuntamiento por daños en los equipajes
Las quejas tanto de los clubes como de las familias afectadas, que temen que el material sea tóxico -el IMD insiste en que no lo es-, e incluso de la oposición, propició que el Consistorio convocara ayer otra reunión entre el equipo directivo del IMD y representantes de los clubes. Según fuentes presentes en ese encuentro, la sensación con la que se fueron al finalizar la cita es que se trata de un asunto «que no tiene solución». Es así, justifican, porque la alternativa que les ofrecen -igual que hace medio año- es que soliciten «horarios en otras instalaciones, lo que implica reducir horas de entrenamiento y compartir un campo entre dos o tres clubes». Lo saben porque fue así durante los tres meses que duraron la pasada primavera las obras en el campo. Una solución a la que se oponen, ya que «lo que nos dicen cuando solicitamos horarios es que ya no hay opciones. Entonces, si nos vamos de aquí, no tenemos espacio para entrenar», añaden esas mismas fuentes. Aun así, el equipo directivo del IMD planteó ayer a los clubes una «posible solución» al problema: solicitar a la empresa que realizó ambas intervenciones que «peine el campo con una maquinaria que pueda mejorarlo». Eso, «sin garantizar» que lo vayan a hacer o que el resultado sea el esperado.
Reclamación de daños
En vista de que el problema persistía y que al retomar los entrenamientos se seguían «estropeando» los equipajes, los clubes decidieron hacer una reclamación por daños al Ayuntamiento. «El caucho destroza no solo las camisetas, también las botas. Y con esas prendas también tienen que jugar los fines de semana. Las familias están preocupadas».
Exactamente la misma preocupación que tenían hace medio año, cuando detectaron que el caucho del campo generaba una masa que obstruía las filtraciones y que no se asentaba correctamente. Tras la denuncia pública que hicieron los afectados en El Diario Montañés, el IMD y la alcaldesa, Gema Igual, mandaron una carta a todos los clubes para aclarar que el material «no es tóxico» y que estaban estudiando por qué no termina de secar. De hecho, la propia regidora compartió las quejas porque «las evidencias en las equipaciones son palmarias». Fue en ese momento cuando se decidió sustituir el caucho en una intervención que se prolongó cuatro días. «Vivimos en una ciudad en la que llueve mucho. Y esto, si no se hace nada, va a seguir ocurriendo ya que, según nos dicen, el problema es que el campo solo tiene caída por un lado, no por los dos; entonces el centro se encharca entero», añaden los afectados.
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