La denuncia de la menor de la motosilla destapa el vacío en la normativa del TUS
Santander ·
Los sindicatos reclaman una ordenanza que regule el transporte urbano y el concejal César Díaz asegura que se les envió la propuesta del consejo de administración en diciembreEl caso de Lola González-Pinto, la joven de 16 años que denunció públicamente desde su blog que «en varias ocasiones» se ha encontrado con ... conductores de autobús en Santander que le han prohibido el acceso «por ir en mi moto adaptada» ha destapado otra cuestión de fondo: que el Servicio Municipal de Transporte de la ciudad carece de una ordenanza que regule el servicio, donde se recojan las normas de funcionamiento con respecto del acceso de personas con movilidad reducida.
A raíz de esta situación, la sección sindical de UGT en el Servicio trasladó que «en casos como el de Lola y su motosilla, no sabemos cómo actuar». No hay unanimidad entre los conductores: «Al no existir una norma, cada uno establece su criterio. Tampoco sabemos qué hacer cuando un usuario quiere acceder en patinete eléctrico, pues no está regulado a pesar de que hemos registrado la cuestión; ni qué hacer en caso de evacuación... entre otros asuntos». Por eso, la sección sindical reivindica «la redacción y publicación urgente de la ordenanza», que «llevamos pidiendo desde hace 20 años, y no sabemos por qué se bloquea».
En cambio, desde el Ayuntamiento de Santander se ha asegurado que la ordenanza que regulará el transporte urbano en la ciudad «está negociada y redactada desde el pasado diciembre», a falta de la tramitación legal previa a su publicación. Y durante la negociación, «que ha sido ardua, los trabajadores no pidieron cambios en el artículo que se refiere a la movilidad reducida».
El concejal de Movilidad Sostenible, César Díaz, indicó a este periódico que «en los últimos años se ha estado redactando y negociando una ordenanza con el comité de empresa, al que el pasado 14 de diciembre se le entregó, una vez aprobada por el consejo de administración y previamente al correspondiente recorrido administrativo de aprobación definitiva». Díaz lamentó que, pese a que el borrador estaba a un paso de su tramitación, «desde esa fecha hasta la actualidad, no se ha recibido ninguna sugerencia del comité, más allá de la petición de que se agilizase su aprobación».
Con respecto al artículo 42 del texto, que se refiere específicamente al acceso de las personas con movilidad reducida, el concejal aseguró que «los representantes sindicales no hicieron durante la negociación ninguna sugerencia a este artículo», que dice: «Las sillas de ruedas accederán por la puerta central, una vez accionada la rampa de acceso, situándose en el espacio reservado. Será obligatoria la utilización de los cinturones de seguridad colocados en el espacio a tal efecto. Las personas con silla o cochecito de bebé accederán por la puerta central. El número máximo de sillas de ruedas y/o cochecitos que podrán acceder al autobús es el establecido según modelo de vehículo».
Por lo que Díaz insiste en que «la justificación que plantean los trabajadores» con respecto al caso de la joven «no es válida», ya que «no presentaron dudas sobre este artículo, y sí hicieron muchas observaciones en otros artículos del texto».
Por su parte, José Luis Álvarez, presidente del comité de empresa, negó que exista ningún texto avanzado y manifestó que «el último borrador que recibimos fue en 2016. En ningún caso tenemos, a día de hoy, en nuestras manos un borrador. Estamos amparados por la última ordenanza de los años 80».
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