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Imagen de archivo de un policía local de Santander. L. M. B.
Un gemelo arrepentido se entrega a la Policía para evitar que detengan a su hermano por saltarse un control

Un gemelo arrepentido se entrega a la Policía para evitar que detengan a su hermano por saltarse un control

El que cometió la infracción se presentó voluntariamente un día después en la Comisaría de la calle Castilla al enterarse de que habían denunciado a su hermano por un error en la identificación

Mariña Álvarez

Santander

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Miércoles, 18 de julio 2018, 07:19

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Ni dos días tardó C. B. en reconocer que había sido él el 'motero' que a las seis de la madrugada del domingo se había saltado el control de alcoholemia montado por la Policía Local en la calle Castilla. Esa noche, al ver las patrullas, aceleró «de forma brusca» su moto de gran cilindrada e «hizo caso omiso» a las señales de alto de los agentes, que tuvieron que protegerse detrás de los vehículos policiales «para no ser atropellados», según precisa en su parte de incidencias el cuerpo municipal. Se dio a la fuga a toda velocidad «de forma negligente y temeraria», pero un agente lo reconoció: «Es fulano de tal», cuentan fuentes policiales que dijo, por tratarse de un joven vecino de la ciudad, nacido en 1989, con un hermano gemelo y residente en las inmediaciones de la calle Marqués de la Hermida, cerca de la Comisaría.

Así que C. B. se fue de allí sin saber si había escapado realmente del todo. Los policías no salieron tras él porque existía cierto riesgo de haber errado en la identificación y porque llevaba tal velocidad que ni los datos de la moto estaban demasiado seguros. Y en efecto, lo que ocurrió después tiene cierto toque cómico. El equipo que realizaba el control de alcoholemia, que creyó identificar al infractor, cursó la correspondiente denuncia por un presunto delito contra la seguridad vial. Después, tal denuncia fue 'notificada' al interesado. Pero resultó que éste nada sabía de lo que se le estaba hablando. «Que no, y que no, que no...», repetía.

Esta segunda parte de la historia -la notificación de la denuncia al hombre que no era- ocurrió el lunes. Pues bien. Esa misma noche se presentó en el cuartel de la calle Castilla el auténtico motorista, gemelo del anterior. Reconoció que había sido él el que se había saltado el control, un repentino arrepentimiento que es posible que pretendiera dejar libre de culpa a su hermano. Entonces, en ese momento se procedió a su detención como trámite para instruir las diligencias judiciales por delito contra la seguridad vial. Hoy mismo -miércoles- se sometió a un juicio rápido.

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