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Concentración de la mañana de ayer, segunda de esta semana, con la alcaldesa Gema Igual al frente. DM
Minuto a minuto por las asesinadas

Minuto a minuto por las asesinadas

El Ayuntamiento de Santander es la única institución cántabra que recuerda desde 2016 a cada víctima de violencia machista. Ya son medio centenar de concentraciones

Violeta Santiago

Santander

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Miércoles, 29 de agosto 2018, 13:05

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Llevan ya más de 50 minutos de silencio (de uno en uno) con unos carteles en las manos que rezan 'Ni una menos, pide ayuda'. En Cantabria son pocas las instituciones que hacen el más mínimo gesto de repulsa cuando cae la enésima mujer por violencia machista. Pero el Consistorio santanderino sale cada vez, machaconamente, desde diciembre de 2016. Desde entonces, otros tantos hombres se han llevado por delante a casi 80 mujeres (parejas o exparejas) y, en algunos casos, a sus hijos.

Cada vez que una víctima más engrosa una estadística sonrojante, los representantes de la ciudad hacen que la actividad enmudezca por 60 segundos, sea de donde sea la asesinada. Ha habido semanas tan delirantes que algunas concentraciones han servido para lamentar la desaparición de dos, tres y hasta a cuatro asesinadas. Esta misma semana la Corporación se ha concentrado en la calle dos veces, en repulsa por sendas asesinadas; una en Barcelona y otra en Orihuela (Alicante). El de Santander es el único ayuntamiento grande de la región que lleva tiempo con una iniciativa de este tipo. En Torrelavega, los dirigentes municipales también se pronuncian en silencio, pero sólo desde enero de este año. Y cada último viernes de mes, la Corporación se concentra en la Avenida de España, un acto en el que se coloca una silueta por cada víctima mortal.

En Castro, son las integrantes de la Asociación Atalaya, la organización de mujeres con más socias de toda la región, la que extiende una pancarta en la plaza del Ayuntamiento contra la violencia de género, pero no la institución como tal. Y en Piélagos, desde esta legislatura se ha instaurado una marcha anual en contra de la violencia machista, en colaboración con el Gobierno de Cantabria y la Asociación 'Las Mayuelas', que ya lleva tres ediciones. En cada una de ellas se leen los nombres de las muertas y se guarda un minuto de silencio.

Las de la capital cántabra son concentraciones silenciosas, siempre a la misma hora (a mediodía). Siempre se cita por medio de un correo interno, para que se sumen los funcionarios que quieran, aunque también se avisa a asociaciones que trabajan por la Igualdad y a los sindicatos con área de mujer, como UGT y CC OO, la Comisión 8 de marzo o la Asociación Consuelo Bergés, algunas representantes acuden.

La convocatoria obliga a los que se dan por aludidos a dejar lo que tienen entre manos en ese momento, sea una reunión de grupo municipal, una rueda de prensa, una entrevista con cualquier ciudadano, a salir a la plaza y ponerse detrás de un cartel. La norma es hacerlo un día o dos después de que, oficialmente, se haya confirmado que la muerte de la última mujer (sea en Ceuta, sea en A Coruña, sea en León) se ha debido a la violencia incontrolada de un hombre.

Cuando los transeúntes ven la fila de concejales y otras personas –suelen ir entre 20 y 30 en total, llueva o haga sol– con sus carteles, algunos miran alucinados. Aunque la mayoría hacen como que no lo ven, porque a media mañana lo normal es cruzar la plaza rapidito: entre semana todo el que pasa por allí va camino de una gestión, de una quedada o con la prisa por coger un autobús. Son contados los que paran y se unen. Cuando se acaba el minuto, un aplauso breve y vuelta al trabajo. Para todos –salvo para una mujer cada vez en un sitio distinto de la geografía española– la vida continúa.

En algunas concentraciones ha habido que pensar en más de una víctima, algo que impresiona a María Tejerina, concejala de Familia, que dice que ese minuto da para reflexionar sobre un «terrible tragedia, porque parece mentira la violencia que todavía sufren muchas mujeres. Con este acto queremos mostrar nuestro respeto» a la asesinada y «nuestro apoyo a su entorno», a la vez que también sirve para pensar en los menores y en la situación en que quedan, porque gran parte de las asesinadas son madres.

Llamamiento a los ciudadanos

Gema Igual aprovecha siempre esas concentraciones para hacer un llamamiento a los ciudadanos para que se sumen a las concentraciones, para que denuncien si creen que tienen un caso de maltrato en su entorno más próximo y para que hagan un frente común, junto a las instituciones, cuerpos y fuerzas de seguridad, la justicia, asociaciones y profesionales para acabar con una pesadilla que viven a diario miles de mujeres en España. Además, Santander envía una carta de pésame oficial al Ayuntamiento que ha sufrido la pérdida para solidarizarse.

La ciudad arrancó con estos actos tras haber aprobado el Pleno en noviembre (a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres) una moción que rechazaba estos ensañamientos mortales, que se dirigen contra las mujeres «solo por el mero hecho de serlo».

En el salón de plenos se dijo que la lucha contra ella debe ser parte «de forma permanente de la agenda política» y se aprobó impulsar desde el ámbito local la sensibilización sobre esta violencia, la realización de este minuto de silencio en la plaza cada vez que haya una víctima para mostrar la condena de la corporación. Al tiempo, se aprobó impulsar una campaña institucional de sensibilización y reclamar que las administraciones locales recuperen expresamente las competencias en igualdad y contra el maltrato.

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