«Necesitamos aprender a defender nuestra historia con sus luces y sus sombras»
Galardonada con la máxima condecoración de la Armada, preside la asociación 'The Legagy' dirigida a recuperar y defender la historia de España en EE UU
Eva García se confiesa una admiradora de la Armada Española. Está orgullosa de España y de su historia, «con sus luces y sus sombras», afirma ... sin complejos. Estos sentimientos le han llevado a presidir la asociación 'The Legacy', cuyo objetivo es difundir la contribución histórica y cultural de España en Estados Unidos y promover los lazos entre ambos países. Con más de 20 años de experiencia en el ámbito internacional, es la responsable de las Relaciones Institucionales en la unidad de Defensa y Seguridad de la multinacional Indra. Tras su estancia en Santander, durante la conmemoración del 250 aniversario del Cuerpo de Ingenieros de la Armada, organizado por el Clúster de la Industria de Defensa de Cantabria, está deseando volver «para contar más sobre el vínculo histórico de Cantabria con EE UU».
-Es la presidenta de 'The Legacy', asociación que difunde y defiende el legado español en EEUU. ¿Qué supone esta institución?
-Nuestra misión es una cuestión de justicia histórica y de reconocimiento a las aportaciones del pueblo español, un legado que permanece de forma evidente a lo largo y ancho del país norteamericano. Nuestra contribución al nacimiento de los EE UU es una historia tan relevante como desconocida, dentro y fuera de nuestras fronteras.
«Hay que dar a conocer la historia de la presencia de esta región en EE UU, que es muy evidente»
-Usted habla de la necesidad de defender, sin complejos, nuestro pasado en América. ¿Cómo interpreta gestos como la retirada de estatuas y símbolos en contra de los conquistadores españoles?
-Si bien es cierto que estamos presenciando un movimiento muy globalizado, en nuestro caso era la crónica de una muerte anunciada. Hace muchos años que empezaron los ataques, las falsas historias, los relatos basados en rumorología, sin documentación que los avale. Toda esta desinformación denota una gran ignorancia sobre lo que aconteció. El problema es que llevamos muchos años, más bien siglos, aceptando el relato que otros han contado. Necesitamos aprender a defender nuestra historia con sus luces y sus sombras. Hay que recuperar la documentación de nuestros archivos para que seamos nosotros los que la contemos, enfocándonos en nuestras victorias, no en nuestras derrotas. Pero, sobre todo, lo que precisamos, lo que urge, son instituciones que la defiendan. Cuantas más, mejor.
-Pero el antiespañolismo no es solo una cuestión de fuera. También se encuentra dentro de nuestras fronteras. ¿Estamos a tiempo de poder solucionarlo?
-El sistema educativo es la clave. Con voluntad y medios, marcaríamos la diferencia. El antiespañolismo es sin duda un problema que tenemos que resolver cuanto antes. Hay que cambiar el paradigma, hay que unificar y dejar de dividir. Nuestra historia no puede ni debe tener color político, es patrimonio de los españoles y tenemos mucho que celebrar. Somos responsables del mayor mestizaje de la historia. Tenemos el acta del primer matrimonio interracial en Norteamérica, en 1567. El conocimiento de nuestra historia nos hace fuertes, nos da argumentos de peso contra los ataques.
«El antiespañolismo es algo que debemos resolver cuanto antes. Hay que dejar de dividir»
-Cruz del Mérito Naval de la Armada Española. Mención Especial Premios Armada Española. Estos son solo dos de los diversos reconocimientos en su poder. ¿De dónde le viene este estrecho vínculo con la Armada Española?
-Me confieso admiradora incondicional de nuestras Fuerzas Armadas. A la Armada me une mucho. Por un lado está el vínculo profesional. Soy la responsable de Relaciones Institucionales en la Unidad de Defensa de Indra. Además, desde hace más de una década soy parte del equipo directivo del presidente nacional de la US Navy League (Liga Naval de los Estados Unidos de América), que tiene su base en Washington DC. Pero sobre todo, me une un vínculo pasional. La Armada la componen personas de gran valía, generosas, dispuestas a ponerse al servicio de los españoles, de una nación a la que le profesan el máximo respeto.
-La mujer y la Armada no son un binomio habitual. ¿Es usted esa excepción a toda regla?
-Creo que esto pronto será una leyenda urbana. La inclusión de la mujer en las Fuerzas Armadas fue en 1988. Hemos avanzado mucho. En apenas treinta años, la participación de la mujer es un hecho bien definido. Contamos con una Armada moderna, diversa y muy preparada. La relevancia del papel de la mujer en esta institución se ha hecho más notable en la última década. Es una cuestión de los tiempos necesarios para ascender en la escala de oficiales. En 2014 ya tuvimos a la primera mujer capitán de un buque de guerra. En lo personal, como civil, le puedo asegurar que el trato con la Armada es siempre excepcional. Puedo confirmar que es un binomio que para mí ha funcionado.
-¿De qué manera está vinculada Santander a 'The Legacy'?
-'The Legacy' esta muy interesada en la participación de Santander y de Cantabria en nuestra misión y objetivos. Queremos dar a conocer la historia de esta región. Es imperativo que se sepa cuanto antes. Tenemos tantas noticias que contar que dan para un libro. Cantabria, Santander, La Montaña, estuvieron presentes por aquellas tierras de forma muy evidente. Los cántabros fundaron ciudades, poblados, misiones, financiaron la construcción de puentes, iglesias, ingenios, fabricas de harina, hornos, depósitos de agua potable... Hay varios personajes de gran interés, como José de Escandón, noble, político y militar. Caballero de la Orden de Santiago. Fundó y gobernó la región de Nuevo Santander, que se extendía desde México hasta el actual Texas. Creó más de 20 ciudades para las que dispuso cerca de un millón de cabezas de ganado. Hasta entonces, en aquellas tierras no había ni ovejas, ni vacas, ni caballos, ni siquiera había perros. Podríamos decir que Escandón es el padre de la cultura 'cowboy'. Estamos deseando que nos conozcan para compartir muchas más historias. Tan pronto nos inviten, lo dejamos todo y venimos para contarles mucho más.
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