El nuevo acceso a la catedral comienza a tomar forma

Para reforzar la imagen que recuerde el diseño original de este espacio -con la catedral elevada sobre un contrafuerte- se utilizará piedra de Escobedo, elegida por su similitud con la original del templo, que procedía de la cantera de Cueto, ahora clausurada. Serán piezas cortadas y talladas a mano, con el abujardado también manual, para hacerlo lo más parecido posible a los del resto de piedras del primer templo de la diócesis.

La infraestructura que se está levantando conectará la calle Los Azogues (en la parte superior) con Somorrostro (junto al edificio de Correos). En el hueco que quedará entre ambos muros (el antiguo y el nuevo) habrá sitio para un pequeño habitáculo que el Ayuntamiento prevé utilizar en el futuro como un centro de interpretación de los restos arqueológicos que se recuperen en las dos calles citadas. Ambas son de las primeras vías de Santander y en ambas se proyectó una excavación arqueológica al hacer esta reforma. Esta ha sido diseñada por el arquitecto Clemente Lomba y está siendo ejecutada por Rucecán, con un presupuesto algo inferior a los 500.000 euros.

La obra se inició a finales del mes de enero por la calle Somorrostro y tiene un plazo total de ejecución de seis meses. Esta semana la constructora ya empezó a actuar en Los Azogues, donde los arqueólogos a cargo de la investigación por encargo del Ayuntamiento esperan encontrar un cementerio medieval. En la primera fase de su trabajo hallaron algunas piezas interesantes, como monedas y balas.

Los Azogues es el vial más antigua de Santander. El plan para recuperarlo supondrá reabrir una vía que, en su día, conectaba el antiguo puerto con la zona alta de la ciudad, con el cerro de Somorrostro, pasando por el conjunto catedralicio.

La calle como tal desapareció a raíz de la reordenación urbana del centro urbano tras el incendio de 1941 y el desmonte del cerro, dejando aislada la catedral en el alto de esta zona y con toda la ciudad nueva a sus pies.