«Esta playa es muy nuestra»
Virgen del Mar ·
Este arenal santanderino esquiva las aglomeraciones con sus bañistas habituales: «Aquí nos conocemos casi todos»javier cuesta
Santander
Miércoles, 5 de agosto 2020, 07:12
El termómetro marca 24 grados al sol a las 15.00 horas de la tarde en la playa de la Virgen del Mar, en Santander. ... El único respiro, el viento. La ermita observa desde lo alto como los bañistas disfrutan de las playas que rodean la isla. Por uno segundos, nada parece haber cambiado, pero cuando uno se fija, puede comprobar que el número de turistas ha disminuido considerablemente respecto a otros años, dejando todo el espacio a los visitantes más habituales.
«Este verano hay menos gente, sólo hay que mirar al aparcamiento», señalan Ana y Pablo, unos padres que, junto a sus hijos pequeños, acuden cada verano a disfrutar de la calma y el sosiego que ofrece este apartado rincón de Santander, alejado del ajetreo y el barullo que se respira en la ciudad. Tranquilos por la seguridad que esta playa ofrece, la pareja agradece la «prudencia» con la que los turistas acuden a la playa: «Siempre se ponen la mascarilla para entrar y salir».
Palabras que confirman los socorristas encargados de vigilar Virgen del Mar: «La gente está concienciada». No es el primer año de Marcos y Pedro y desde su experiencia aseguran «no haber notado un gran cambio». Ellos se encargan de realizar el mismo trabajo que en años anteriores, aunque la metodología sí haya cambiado: «Al hacer la cura o la vigilancia por la orilla lo hacemos con mascarilla». Para su protección, cuentan con el gel desinfectante necesario y un gran lote de mascarillas, las cuales pueden entregar a aquellos despistados que olvidan traer una de casa. Sin embargo, matizan, hay quien aún se siente «disconforme» con lo estipulado por el Gobierno.
Bien lo sabe Virginia, cántabra de 41 años que lleva acudiendo a Virgen del Mar «toda la vida»: «Nos conocemos todos». Sin embargo, el poco espacio que deja la marea alta, impidiendo mantener la distancia de seguridad, ha provocado que Virginia deje de acudir con la misma asiduidad a su playa favorita: «No se puede estar en la arena». Y lo explica. «Una mujer se puso muy cerca de mí y cuando le pedí que se moviera, se negó y me tuve que mover yo».
Evitar aglomeraciones
Por suerte, hoy en día, la tecnología permite conocer el aforo de una playas antes de acudir a ella. Para ello, Santander cuenta con una página web en la que poder saber el aforo en tiempo real de playas como la del Sardinero, la de la Magdalena o la de Bikinis. Ventaja de la que Adriana, una joven veinteañera santanderina, ha hecho uso antes de acudir a Virgen del Mar: «Por la mañana lo miramos y decidimos a qué playa ir». El arenal apenas supera el 60% del aforo en las horas de más calor y avanzada la tarde, no tarda en descender por debajo del 50%. Aunque eso no evita que, al tener tan poca arena en marea alta, tanto Adriana como su familia se planteen subir hacia el prado que rodea la isla y así descartar tener que pedir a los nuevos que llegan que no se sienten cerca: «Antes de que se enfaden, mejor te mueves tú».
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