«Me pueden juzgar por imbécil, pero sé que no he hecho daño a nadie»
El policía local de Santander acusado de falsificar un documento para evitar una multa de 200 euros reconoce los hechos y el fiscal reduce la pena de tres a dos años de cárcel
«Me pueden juzgar por imbécil, pero sé que no he hecho daño a nadie. No entiendo cómo he podido hacer algo tan estúpido ... y simple. No tiene lógica» Con estas palabras, y entre sollozos, el policía local de Santander acusado de falsificar un documento para evitar una multa de 200 euros ha reconocido los hechos que se le imputan, motivo por el que el fiscal ha reducido su petición de pena de tres a dos años de cárcel.
Según el representante del Ministerio Público, el acusado elaboró un documento con el que pretendía evitar una sanción por estacionar incorrectamente su vehículo. «Con intención de que se le retirase la sanción impuesta, quiso aparentar que su coche se le averió y por ello se encontraba en la acera». Para tal fin, «procedió a confeccionar un escrito en el que de forma mendaz hacía constar que junto a su compañero había intervenido en relación al vehículo cuyo propietario, es decir, él mismo, les había requerido porque su coche se había averiado y al volver al coche, tras llamar a la grúa, se encontró con que había sido sancionado administrativamente». «En dicho documento no sólo relataba unos hechos que no habían ocurrido, sino que simuló la intervención de su compañero suplantando su firma», añade el fiscal.
«Esos garabatos los he hecho yo», ha manifestado el acusado durante la vista, celebrada en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, tras exhibirle el escrito que elaboró: un pliego de descargo que hizo en su «casa», no durante el desempeño del puesto, y donde plasmó la supuesta firma de un compañero y la suya. «No es ni mi firma ni la de él», ha reconocido. El juicio se ha celebrado después de que las partes hayan intentado llegar a un acuerdo a propuesta del fiscal, pero el implicado, que ha agradecido el gesto, no ha aceptado la conformidad planteada ya que lo quiere es «pasar página» y jubilarse.
En este sentido, ha manifestado que lo que hizo le ha «condicionado la vida», pues le han «quitado» de su trabajo -desempeñaba funciones de control de alcoholemias- «sin esperar a una sentencia», a lo que se ha sumado el «deterioro personal y familiar».
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