Las ruinas de La Remonta
En la zona más alta de la finca, ubicada en el barrio santanderino de Campogiro, se han sucedido los incendios durante los últimos días, en un espacio que está totalmente abandonado
Pasadas las diez y media de este martes, varios vecinos paseaban a sus mascotas por el camino que conduce hasta la zona más alta de la finca de La Remonta, en el barrio santanderino de Campogiro, donde se encuentran las edificaciones militares, propiedad del Ministerio de Defensa, totalmente abandonadas. «Allí puede acceder cualquiera», comentó un vecino que pasea a diario por este espacio, que abarca treinta hectáreas, de las cuales solo diez se abrieron a los vecinos hace ocho años, como un parque municipal. Y es que para llegar a estas construcciones, con dos siglos de historia, solo hace falta cruzar una valla, que está abierta, y continuar por el paseo que llega a este punto, «que parece una película de terror»: paredes derrumbadas, grafitis por todos los inmuebles, basura por el suelo y un fuerte olor a quemado. Esto último se explica por los sucesivos incendios que se han producido desde el pasado jueves, cuando acudieron los bomberos por primera vez. De hecho, tuvieron que volver esta misma mañana para sofocar el humo de nuevo. Una situación que «indigna» a los vecinos, que hablan de «desidia» por parte de las administraciones.
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Si uno camina entre las edificaciones puede ver una pila de botellas de plástico agrupadas, justo en las zonas en las que el olor a chamusquina es más fuerte. También hay palos. Y latas, mecheros, restos de comida... Un estado de abandono por el que cuesta imaginar que esta propiedad, antes finca del conde de Campogiro, incluso albergó uno de los centros de reproducción equina más importantes del país.
Polémica por su propiedad y uso
Los santanderinos pueden pasear desde 2017 por un camino de 900 metros de longitud gracias al acuerdo alcanzado entre Defensa y el Consistorio santanderino, que invirtió 500.000 euros para adecuarlo. Sin embargo, desde entonces no se ha vuelto a mover nada, y eso ha generado rencillas entre ambas administraciones. Hace ya dos años, el concejal de Fomento, César Díaz, comentó que el equipo de gobierno del PP quería destinar este espacio a un gran parque urbano de uso público. Y también dotar a esa zona de otros equipamientos, «aprovechando las edificaciones militares en desuso que existen en el interior de la finca». De hecho, culpó a Defensa de no cumplir con sus obligaciones de mantenerlas en «condiciones de seguridad, salubridad y ornato público». Su principal problema con Madrid era el dinero que el Ministerio pedía por La Remonta -nueve millones de euros-, mientras que el Ayuntamiento solicitaba una cesión gratuita. Al final, Defensa planteó al Ayuntamiento iniciar las actuaciones expropiatorias para que sea el Jurado Provincial de Expropiación quien marque el precio de la finca, un extremo con el que no estaban muy conformes en el Consistorio.
El tema volvió a la actualidad política cuando el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció 20.000 nuevas viviendas para alquiler asequible en suelo del Ejército. Lo hizo durante la campaña electoral de 2019. Tras el anuncio, el entonces secretario general del PSOE en Cantabria, Pablo Zuloaga, aseguró que era «una extraordinaria oportunidad» para levantar hasta 1.500 pisos en la finca de La Remonta. Así, el socialista desoyó la decisión del Ayuntamiento de la capital cántabra, que aprobó en un Pleno desarrollar en la zona un gran parque urbano. Finalmente, Transportes -cartera de la que dependía el área de Vivienda- aprobó 257 viviendas sociales frente a las 1.500 del plan de Zuloaga. Sin embargo, el proyecto se enfrió ya que el Ayuntamiento de Santander «no lo ha reclamado ni lo apoya», explicó Eugenia Gómez de Diego, anterior delegada del Gobierno de Cantabria, en declaraciones a este periódico.