Vecinos de El Sardinero exigen «que no se celebre todo» junto a sus viviendas
Residentes en las Avenidas del Racing, Pontejos y de las urbanizaciones Feygón y Brañaflor denuncian que los ruidos no les dejan vivir en todo el verano: «Esto es una ciudad sin ley»
«Esto, en los últimos años, se ha convertido en 'El Sardinero, ciudad sin ley'»: ruidos y músicas a alto volumen que no ... permiten conciliar el sueño a gente que al día siguiente trabaja; suciedad, feriantes durmiendo en furgonetas aquí y allá durante semanas, horarios de clausura de atracciones que no siempre se cumplen, plazas de aparcamiento que desaparecen casi dos meses por obra y gracia de un circo pese a que, en teoría, el de los Campos de Sport es uno de los grandes aparcamientos disuasorios de la capital...
Manuel Sánchez, portavoz de un grupo de vecinos de las urbanizaciones Feygón y Brañaflor (justo frente al recinto de las ferias) y de la Avenida del Racing y de Pontejos cuenta, y no acaba, del «cúmulo de cosas que nos desquician» cuando llega el verano «y el Ayuntamiento se pone a organizar un evento tras otro siempre en esta zona. No decimos que no a las fiestas. Decimos que no a que todo se instale a pocos metros de nuestras viviendas».
Porque, según relata, cuando no es un evento de 'foodtrucks' como el pasado mes de mayo –que duró cuatro días y tenía todos los días música hasta tarde–, es una verbena tras los fuegos artificiales por Santiago (que tuvo lugar anoche). En esta parte de la ciudad, en temporada estival, «el ruido es espectacular, sobre todo con el circo o con los espectáculos de cabaré». Cuando se acaban las funciones o los decibelios disparados de las atracciones de feria, «empiezan las cuadrillas de limpieza», agrega, lo que hace que «el mayor perjuicio sea que no podemos descansar en un largo periodo de tiempo. Creemos que la diversión de unos no tiene por qué perjudicar la vida de otros», apunta Sánchez. Ya lo anterior añade la suciedad que genera la Feria de las Naciones, con lo cual la queja no es sólo por ruidos.
«Queremos que los horarios de los eventos se cumplan a rajatabla y se controlen los ruidos»
«La Policía Local viene sin medidores de decibelios: dicen que no tienen medios»
Aun así, los horarios son su gran caballo de batalla. «Exigimos que se cumplan a rajatabla, porque si alguien se pasa 25 minutos de la hora establecida, como ocurrió el martes, al final no duerme hasta las tantas», señala Sánchez.
Este afectado cuenta que contactó por Twitter con la alcaldesa, Gema Igual, y con el socialista Pedro Casares para exponerle la queja colectiva y que «ninguno de los dos contestó». Además, ha tratado de exponer el problema a la concejala de Dinamización Social, Lorena Gutiérrez, que tampoco le ha respondido. «En los políticos no se puede creer. Los residentes en esta zona somos algunos de los que más impuestos pagamos en la ciudad y nos quitan hasta los derechos más básicos. Se celebra todo en este entorno sin que nadie nos tome en cuenta».
Según asegura, tampoco sirve de nada que los vecinos llamen constantemente a la Policía Local para exigir que se cumplan los horarios de cierre. «Es muy habitual que, primero, no nos cojan ni el teléfono, porque no tienen gente. Y cuando consigues que te atiendan y les pides que vengan a medir el nivel de ruido, te dicen ¡que no tienen medidores de decibelios! Sánchez insiste en que los vecinos están muy aburridos de la situación. «Es inaguantable. Nadie se lo imagina. Esto te obliga a cambiar de vida: debemos tener las ventanas siempre cerradas, no podemos mover los coches... Muchos nos planteamos irnos en verano de la ciudad».
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