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Dos millones de personas firmaron una «petición mundial» para respaldar la candidatura. EFE
La pizza napolitana, Patrimonio de la Humanidad... junto a otras nueve delicias

La pizza napolitana, Patrimonio de la Humanidad... junto a otras nueve delicias

Acaba de sumarse al selecto club de alimentos y gastronomías a proteger por su valor cultural. Estas son las 'maravillas' para el paladar distinguidas por la Unesco

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Jueves, 7 de diciembre 2017, 12:31

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Para que algo sea catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad tiene que tener una historia, ser un símbolo de su lugar de origen y de sus gentes, dejar al común de los mortales con la boca abierta y ser digno de pasar a la posteridad. Vamos, ser algo muy grande. Aunque, a veces, la extraordinario no reside en monumentos ni en ciudades eternas: también se puede cocer en hornos de leña y desaparecer del plato en un santiamén, dejando, eso sí, un recuerdo imborrable en el paladar. Es el caso de la pizza napolitana, que hoy se ha sumado a la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de UNESCO. Este organismo internacional no sólo ha distinguido al alimento en sí, también al arte de sus artífices, los 'pizzaoili', capaces de lanzar la masa cual platillos volantes hasta el techo de la cocina para airearla... y de recogerla, que también tiene mérito, con la teatralidad y la habilidad de un prestidigitador.

La decisión la ha tomado el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que se reúne desde el lunes en la isla de Jeju, en Corea del Sur. Dos millones de personas firmaron una «petición mundial» para respaldar la candidatura de este arte practicado actualmente en Nápoles por unos 3.000 'pizzaioli' y que según sus promotores «desempeña un rol esencial en la vida social y en la transmisión entre generaciones». Más allá del espectacular manejo de la pasta, es una «habilidad culinaria» que asocia «canciones, sonrisas, técnica, espectáculo» y se remonta al siglo XVI, alegaban la candidatura italiana.

Los italianos, con su expansivo talante, están lógicamente orgullosísimos de contar con más elementos en las listas de la Unesco. De hecho, son el país con más monumentos y lugares catalogados como Patrimonio de la Humanidad, con más de medio centenar. Ahora, también cuentan con una comida en este selecto club. Todo una alegría. Tanta, que el presidente de la asociación de pizzaioli napolitanos, Sergio Miccù, había prometido que si su arte entraba en la lista lo festejaría «regalando pizza en las calles». Quizá a estas horas sus hornos estén funcionando a pleno rendimiento para cumplir la promesa.

Por su parte, Maurizio Martina, el ministro italiano de Agricultura, ha escrito en Twitter una palabra reacción que resume su estado de ánimo: «¡Victoria!». «¡Larga vida al arte del 'pizzaiolo' napolitano!», ha declarado en la misma red social Pecoraro Scano, uno de sus predecesores en el ministerio.

Así, la pizza napolitana se convierte, desde hoy, en la décima 'maravilla' culinaria destacada por la UNESCO, donde se codea con estas otras tradiciones gastronómicas, distinguidas por este organismo desde 2008. Son estas:

1.

Comida tradicional de Michoacán

La comida mexicana es variadísima, pero la de la zona de Michoacán es muy reconocible y homogénea. Tiene unos pilares claros en cuanto a ingredientes -maiz, frijol, chile-, pero, sobre todo, en cuanto a formas de cultivo y de cocción de algunas verduras y cereales, herencia de la época prehispánica. Así, además de sabrosa, es en sí un trozo de historia, en el que se entremezclan prácticas rituales.

2

Kimchi

Este plato, compuesto de vegetales como la col y de mariscos fermentados -y condimentados con especias- es el plato por excelencia de las dos Coreas, la del Norte y a del Sur. Se elabora en comunidad durante el verano y se guarda para todo el año.

3

Pan de jengibre

Harina, especias, bicarbonato, azúcar... la receta es muy sencilla, pero su decoración, llena de filigranas, no. Son ricas y preciosas. Esta tradición croata se remonta a la Edad Media.

4

Comida tradicional japonesa

Pescado, arroz, vegetales, plantas silvestres... fue distinguida por la UNESCO por «el respeto que muestra a la naturaleza», lo que implica una lógica sostenible. Y, claro, la cocina tradicional japonesa, conocida como washoku,es deliciosa en su minimalismo y en el respeto al producto.

5

Café turco

Si ha estado en Turquía, entoces ya sabe que allí el café es un signo de hospitalidad y un orgullo. Se toma en pequeñas tacitas y es muy dulce. Denso y espumoso, se elabora de forma muy artesanal, en jarras de cobre sobre un hornillo. Sus técnicas de macerado y reposo son únicas.

6

Lavash armenio

Es una especie de pan que se golpea contra las paredes del horno y que normalmente es elaborado por los más jóvenes de la casa, una tradición que se ha ido perpetuando desde hace siglos. Tiene un gran valor simbólico en bodas -se ponen trozos en los hombros de los novios para fomentar la fertilidad- y en otras ceremonias importantes.

7

Comida mediterránea

Ha sido distinguida por ser saludable y estar relacionada con la longevidad, pero también por su capacidad de ejercer de vínculo entre amigos y familiares. Con el aceite de oliva como epicentro, este tipo de dieta, que incluye vegetales frescos, legumbres y pescados, es una de las gastronomías a proteger, según la UNESCO.

8

Lentisco de Chíos

En la isla griega de Chíos existe este tipo de árbol, que produce una resina comestible con la que se elaboran dulces, licores, helados y gelatinas. También se usa por su valor medicinal desde hace siglos. Los egipcios, por ejemplo, la utilizaban para embalsamar, ya que es muy aromática.

9

Gastronomía francesa

Es Patrimonio de la Humanidad por su capacidad de generar disfrute y de ser parte imprescindibe en cualquier celebración social que se precie. El protagonismo de los ingredientes, de la escenografía de las comidas -la importancia de una mesa bien puesta- y del vino han sido determinantes para hacer de la gastronomía francesa una joya a proteger.

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