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Medidas para prevenir la enfermedad renal infantil

Medidas para prevenir la enfermedad renal infantil

La infección urinaria en la infancia precoz puede ser el primer signo de alarma de una enfermedad renal subyacente y con frecuencia cursa de forma silente. Controlar los factores de riesgo cardiovascular también es una medida indispensable para prevenir problemas en los más pequeños

REDACCIÓN

Jueves, 10 de marzo 2016, 19:19

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Actualmente un 10% de la población mundial sufre algún tipo de enfermedad renal, con una mayor incidencia en la edad adulta-anciana, pero también está presente en niños y adolescentes. Además, datos recientes señalan que la enfermedad renal llegará al 17% en los próximos 10 años. Su impacto en los más pequeños es un asunto de gran relevancia, de ahí que hoy, Día Mundial del Riñón, una iniciativa de la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales, haya centrado su campaña en la necesidad de actuar a tiempo para prevenir la enfermedad renal infantil, posibilitando que en el futuro sean adultos más sanos.

La doctora Nélida García Pérez, nefróloga infantil del cuadro profesional de IMQ, explica el alcance de estas enfermedades en la edad temprana: «Las malformaciones congénitas del riñón y vía urinaria ocurren en 1 de cada 500 recién nacidos. Hasta un 7% de los niños van a presentar una infección urinaria durante su infancia y aproximadamente un 25% de ellos tiene asociado reflujo vesicoureteral».

¿Pero cuáles son las enfermedades renales más frecuentes en la infancia? «Las más comunes son las anomalías estructurales de la vía urinaria y del riñón, las infecciones urinarias y las nefropatías cicatriciales. En los países nefrológicamente avanzados la nefropatía cicatricial ha mejorado sustancialmente gracias a protocolos diagnósticos y terapéuticos aplicados en edades tempranas (incluso prenatalmente) para prevenir el daño renal producido por la presión, el reflujo y la infección urinaria. Es importante recordar que la nefropatía cicatricial aumenta el riesgo de enfermedad renal crónica en el adulto», explica la doctora García Pérez.

Desde este centro también destacan que «el 50% de las enfermedades renales en la infancia suele estar presente en el momento del nacimiento y puede ser diagnosticado prenatalmente. La infección urinaria en la infancia precoz puede ser el primer signo de alarma de una enfermedad renal subyacente y con frecuencia cursa de forma silente».

Obesidad, diabetes e hipertensión

El aumento del riesgo cardiovascular en la población infantil es un problema que puede derivar en una insuficiencia renal. Los factores que contribuyen a que los menores presenten problemas cardiovasculares, que hasta ahora eran propios de adultos, son la obesidad, la diabetes infantil y la hipertensión arterial. La doctora García Pérez recuerda que muchas de estas enfermedades son evitables y da consejos sobre cómo prevenirlas o mejorarlas: «La dieta saludable y ejercicio físico evitando el exceso de sal, azúcar, grasas saturadas y aumentando el consumo de frutas y verduras, así como una ingesta adecuada de agua, previenen el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, que en la edad adulta, favorecen el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y renal crónica. En aquellos niños que presenten una enfermedad renal crónica, el control de la hipertensión, anemia, la dieta y una vida saludable contribuyen a enlentecer la progresión de la enfermedad y en muchas ocasiones llegar a adultos con una buena calidad de vida», asegura.

Otra de las medidas preventivas que destaca la doctora García Pérez es «evitar el uso de fármacos u otras sustancias con potencial nefrotoxicidad, sobre todo en aquellas poblaciones más susceptibles; niños prematuros, enfermos renales, hepáticos o situaciones de deshidratación, en las que estos fármacos aumentan su potencial tóxico», concluye.

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