La cancelación de las fiestas supone un «palo» para la hostelería y el comercio

Desde el sector asumen que se trata de una decisión «totalmente lógica» debido a los últimos rebrotes del covid-19. Sin embargo, echan de menos medidas de apoyo al sector de la hostelería, el comercio y la cultura que ayuden a paliar estas pérdidas. Esta hostelera, que reconoce que ya ha recibido llamadas para cancelar comidas, insiste en que «lo peor de todo es la incertidumbre que tenemos, porque ya no sabes si es mejor abrir o esperar, no sabemos qué es lo que va a pasar y en nuestro caso vemos que el cliente tiene miedo a los contagios». En el comercio, el presidente de Apemecac (Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Cantabria), Miguel Rincón, también comprende los motivos de la cancelación de las fiestas dada la situación, pero cree que hay actividades para desarrollar en la calle que podrían dar prestigio a la ciudad y que «no generan concentración de gente». «Creemos que hay otras formas de fiestas y de dinamización de la ciudad posibles, vinculadas a la cultura. Un ejemplo de ello es el festival Viva la Vida, en La Lechera, o el Festival Internacional de Santander», apunta.

«Hoy en día son incompatibles con la realidad que vivimos unas fiestas en las que el roce es parte fundamental. Sin embargo, creemos que se pueden buscar otras alternativas, aunque entendemos que ahora la prioridad es la seguridad y la salud», explica Javier Amigo, de la compañía Malabaracirco, una de las agrupaciones fijas en la programación de La Patrona. Son centenares de personas las que trabajan en este sector y que tenían los ojos puestos en las fiestas de la Virgen Grande para salvar el año, aunque la programación que hasta el momento se había diseñado era básicamente para espectáculos itinerantes y minoritarios.

También la decisión ha sentado como un jarro de agua fría en el sector cultural, aunque ya lo veían venir. Va a ser el primer año que José María Sanz, presidente de la Asociación Tertulia Sago, vea como no se celebra el Concurso Nacional de Pintura al Aire Libre que anualmente se desarrollaba el último fin de semana de fiestas por las calles de Torrelavega. «Es algo que se veía venir porque la situación se está complicando con los últimos rebrotes y no sabemos cómo vamos a estar dentro de quince días», señala. «Para las ventas del comercio y la hostelería es importante, también afecta, pero en estos momentos prima recomponerse. A todos nos genera mucha tristeza, no sé cómo vamos a poder reiniciarnos. Tenemos que ser más autosuficientes y valorar lo nuestro, lo local. Aquí, tanto comerciantes como hosteleros están inmersos en la fiesta y nos toca de lleno. Es triste, pero estoy convencido de que aunque se suspendan viviremos de otra manera las fiestas y pensando ya en las del año próximo».

Por su parte, Carmen Olarreaga, presidenta de la Agrupación de Danzas Virgen de las Nieves de Tanos, considera que «en la situación actual la decisión tomada es la correcta». «Es un año triste, atípico para nosotros, acostumbrados a no parar en verano, pero en Tanos estamos preparados para en cuanto sea posible contribuir con nuestras actuaciones a la recuperación de la normalidad cultural en el país, la cual también es muy necesaria».

La programación alternativa de las fiestas que se había diseñado hasta el momento planteaba la celebración de unos setenta pasacalles itinerantes por la ciudad, además de la celebración de una gala floral nocturna.